Los responsables de la eléctrica española volvieron a salir ayer en defensa de su independencia y mostraron su más contundente oposición a un acuerdo con el gigante galo. Además, han negado que la compañía haya ofrecido al gigante francés EDF convertirse en su principal accionista mediante la adquisición de una participación de un 20%.
Fuentes oficiales de Iberdrola desmintieron tajantemente esta posibilidad, rechazando así de lleno la información del diario económico francés Les Echos aparecida ayer en la que informaba sobre el hecho de que hace unas semanas se produjo un encuentro entre las dos compañías en el que Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola propuso a EDF comprar un 20% de Iberdrola a un precio un 40% por encima del valor de mercado de la eléctrica.
Según Les Echos, EDF, cuya intención es adquirir el 100% de Iberdrola, consideró el precio “muy elevado” y rechazó la operación. Fuentes oficiales de Iberdrola, que ahora vale en bolsa 52.400 millones de euros, tras subir ayer un 3,2%, aseguran que la compañía mantendrá su estrategia defensiva para protegerse de un posible ataque hostil de EDF.
Frentes legales
El grupo español ha abierto numerosos frentes legales (ya lleva cuatro) contra EDF y su principal propietario (el Estado galo, que controla más del 80% del capital), en Bruselas, por causas tan diversas como ayudas de Estado, blindajes ilegales u obstrucción a la competencia.
Desde que en el mercado empezó a barajarse la posibilidad de que EDF pudiera hacerse con Iberdrola, el grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán ha mantenido que el grupo francés “no es bienvenido” como accionista.
Les Echos, sin embargo, también contempla la posibilidad de un ataque hostil, en línea con las numerosas quinielas corporativas que se vienen barajando.
EDF estaría trabajando en un esquema que consistiría en una operación simultánea sobre Unión Fenosa e Iberdrola con el beneplácito de ACS, primer accionista de ambos grupos (en Fenosa tiene el 45,3% y en Iberdrola el 12,4%).
El esquema consistiría en una oferta de adquisición (opa) de EDF sobre Fenosa, de manera que ACS saliera del capital y, con nuevo músculo financiero, este grupo se lanzaría a por Iberdrola, segregando de la eléctrica sus activos británicos, para revendérselos a EDF.
Este esquema ya fue apuntado hace unos días por The Wall Street Journal, con lo que parece haber coincidencia en la prensa internacional en las distintas hipótesis sobre los posibles movimientos corporativos en torno a Iberdrola.
Mapa abierto
El mapa energético no sólo está abierto en España. También tiene flecos pendientes de resolver en Europa. Uno de ellos es el proceso de venta, total o parcial, que se acaba de abrir sobre British Energy. Uno de los escenarios que se está contemplando es que si EDF encuentra demasiadas trabas para entrar en España (por precio o por oposición corporativa), finalmente tire la toalla en sus intentos hispanos y mire hacia Reino Unido, centrando sus esfuerzos en la puja por r British Energy.
Gaz de France se opone a Bruselas
Gaz de France reiteró ayer su oposición al plan de separación de los negocios de producción y distribución de la energía que propone la Comisión Europa, aunque señaló que estaría dispuesta a vender su red de transporte si se ve forzada a ello. “Estamos completamente en contra; creemos que es una situación molesta para nuestra compañía y para todas las redes europeas, pero si nos vemos obligados a hacerlo, lo haremos”, afirmó ayer Jean-Francois Cirelli, presidente del grupo francés.
Mientras el mercado eléctrico británico aceptó volver sobre sus propios pasos para incrementar la competencia y bajar los precios, Francia y Alemania han sido fuertes opositores de esta decisión. El gigante alemán E.ON aceptó despojarse de la red alemana para evitar enfrentarse a una investigación anticompetencia. Pero Cirelli insiste en que separar la producción de energía y el suministro no ayudará a bajar los precios, ya que la única forma de hacerlo es reducir las inversiones en las infraestructuras de transporte.
Fuente: Expansión, España.