Colbún “ha notado una mayor rapidez en la tramitación de los Estudios de Impacto Ambiental (EIA), lo cual está en línea con la reciente creación de un Ministerio de Medio Ambiente y con lo señalado por la anterior ministra de Energía, a fin de acelerar dichos procesos”, cuenta un informe de LarrainVial sobre la generadora. En éste advierte que la agilidad en la tramitación de los EIA es fundamental para no “agravar más una compleja situación que podría vivir hacia 2010 el nuevo gobierno”.
Esta percepción de Colbún se confirma con las cifras de la Comisión Nacional de Medio Ambiente (Conama): la tramitación de un estudio de impacto ambiental -que incluye participación ciudadana- demora hoy, en promedio, 162 días (cifras al cuarto trimestre de 2007), 22,8% menos que los 199 días en octubre-diciembre 2006. Las Declaraciones de Impacto Ambiental (DIA), sin incluir participación ciudadana y que se presentan para iniciativas de menor envergadura, se evalúan, en promedio, en 89 días.
Medidas
La ley fija un plazo de 180 días para los EIA y 90 días para las DIA, por lo que en Conama están optimistas. El director del organismo, Alvaro Sapag, explica que “los tiempos de tramitación al interior del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental se han ido reduciendo, con fluctuaciones dependiendo del volumen de proyectos que ingresan, desde que se impartió el instructivo a las coremas sobre cómo deben participar los servicios públicos y la necesidad de fundamentar los votos en las coremas”. A eso Sapag suma el aporte “del mal denominado semáforo”, panel de control que permite conocer por internet el estado de avance de los proyectos en el país, y que muestra en rojo los días cuando superan el tiempo previsto para el trámite. Estas medidas fueron implementadas en julio pasado.
La propia Conama, añade Sapag, redujo a la mitad los tiempos de tramitación interna en 2007. En el primer trimestre los tiempos de ejecución de las actividades de evaluación ambiental llegaban a 100,1 días. Pero tras la puesta en marcha de las medidas ese tiempo cayó a 46 días en el cuarto trimestre de 2007.
Celeridad eléctrica
Es el sector eléctrico, creen ejecutivos vinculados al tema, el que ha mostrado mayores mejoras. En lo que va de este año ya se ha aprobado un proyecto hidroeléctrico y otro termoeléctrico (fueron 34 en 2007). En la industria cuentan que si bien las exigencias de los estudios han aumentado, “están pidiendo cosas en forma más ejecutiva y razonable. Sin dejar pasar demasiado tiempo te solicitan lo que va a ser necesario, aunque lo que están pidiendo sea difícil”.
“En la Comisión Nacional de Energía (CNE) han nombrado a personas muy ejecutivas que llegan a soluciones con los organismos ambientales. Los fast-tracker Juan José Rivas y Teresa Soffia, sin saltarse requisitos, ven cómo se pueden acelerar los proyectos”, admite la fuente.
Carlos Mladinic, cuya labor es facilitar el emprendimiento desde la presidencia de Pro Inversión, cuenta que el año pasado se aprobaron proyectos por 4.299 megawatts (MW). “Nuestra tarea no es hacer un trade off considerando que Chile necesita potencial energético y hacer vista gorda para que las cosas pasen rapidito. La idea es que los proyectos sean bien presentados por las empresas y se puedan tramitar dentro de los plazos que establece la ley”.
Mario Galindo, abogado consultor en temas ambientales y regulatorios del estudio Cariola, Diez, Pérez-Cotapos, destaca que “se han tomado medidas para intentar agilizar los procedimientos de evaluación de impacto ambiental y eso se ha reflejado en algún tipo de proyectos, como los asociados a la generación de energía”. Sin embargo, cree que hay dos factores que apuntan en sentido contrario: “La Conama cambió el sistema de conteo de los plazos de procedimiento a propósito de un dictamen de Contraloría y ahora está contando días hábiles de lunes a viernes, excluyendo sábado, y los recursos de reclamación se resuelven en plazos exagerados. Algunos tardan dos años”.
Fuente: La Tercera