Preocupación. Esa es la palabra que podría resumir el sentir de la industria metalúrgica del país, considerando que son uno de los gremios que -junto con la minería- que mayor cantidad de energía consumen para su producción. Hecho por el que un posible racionamiento, los impactaría de gran manera.
Así al menos lo piensa el presidente de Asimet, Arturo Lyon, quien manifestó que “si hay racionamiento, obviamente es crítico, vamos a tener horas en que se va a afectar la producción y eso tiene impacto en el crecimiento y en la competitividad de nuestro sector”.
Y aunque aclaró que “no puedo cuantificar cuánto impactaría, porque se trata de una gran diversidad de empresas, de rubros distintos”, sí precisó que “representamos del orden del 2,6% del producto interno bruto”.
El principal cuidado que plantea Lyon, está en torno al tema de “cómo impactará en los costos, pues, además, hay otras variables, no solamente la energética. Tenemos costos asociados, como tipo de cambios y alzas en temas laborales, entre otros impactos”.
Autogeneración
No obstante, varios empresarios metalúrgicos se han preparado para hacer frente a una situación tan crítica como el racionamiento, a través de autogeneración con centrales propias -de una baja o media cantidad de MW- y autogeneradores, como principales métodos.
“En este rubro tan diverso, hay compañías que efectivamente han tomado la determinación de autogeneración, como Gerdau Aza, que está haciendo una inversión cercana a los US$ 80 millones”, destacó el gremialista.
Efectivamente, la firma gerenciada por Hermann Von Mûhlenbrock, ya ha creado la filial Gerdau Aza Generación, en junio de 2007, e ingresó, en diciembre del año pasado, la DIA de la central térmica Gerdau Aza Generación, que contempla una capacidad total de 69 MW, a través de seis motores generadores de 11,5 WM cada uno, con una inversión de US$ 82 millones.
Fuente: Estrategia.