El pasado jueves 31, el máximo representante de Endesa España en Chile, Pedro Larrea, junto a los presidentes de Enersis y Endesa, Pablo Yrarrázaval y Mario Valcarce, respectivamente, acudieron a las dependencias del Ministerio de Obras Públicas (MOP) con un propósito: pedir que esta generadora se le autorice adelantar el uso de sus derechos de agua de los embalses del Maule y Laja para producir electricidad –flexibilizando antiguos convenios-, asegurando que restituirá el recurso más adelante.
La petición surge en medio de un sistema eléctrico ajustado por la falla de la Central Nehuenco (Colbún) y menores deshielos de los esperados, lo que llevó a que las autoridades de gobierno hablaran en los últimos días del riesgo de un racionamiento eléctrico. De hecho, para hoy se espera que el ministro de Energía, Marcelo Tokman, dé a conocer medidas adicionales para alejar la posibilidad de un decreto de ese tipo que implicaría subir el costo de la energía y aplicar programas de cortes de energía.
Argumentando este complicado escenario, Endesa quiere usar reservas adicionales de agua de los dos principales embalses del país respecto de los derechos que tiene aprobados para esta época del año. Esto requiere la autorización de la Dirección Nacional de Obras Hidráulicas, del MOP.
Juan Antonio Arrese, director nacional de Obras Hidráulicas, indicó que tal medida está dentro del marco de dos antiguos convenios de Endesa con la dirección, pero que ahora quedan limitados a situaciones extremas, lo que tiene que ser avalado por el Cdec-SIC -entidad que coordina la operación de las eléctricas- y la Comisión Nacional de Energía (CNE).
Aunque con la solicitud Endesa busca mejorar la operación del sistema eléctrico, si la medida es aprobada también le permitirá obtener beneficios económicos debido a que el agua la venderá en momentos en que el precio de la energía está muy alto.
El presidente de la Asociación de Canalistas del Laja, Patricio Guzmán, afirmó que su entidad pidió a la dirección información sobre la solicitud de Endesa, ya que le interesa resguardar las aguas correspondientes a los derechos de los canalistas de la zona y que se emplean principalmente para la agricultura. “En este momento no vemos mayor preocupación por este tema, ya que la temporada agrícola está casi cubierta para este año, aunque tenemos dudas de lo que pueda implicar para el próximo año”, indicó.
Fuentes gubernamentales afirman que la solicitud de la generadora está dentro de los mecanismos habituales del sistema -Endesa también obtuvo una autorización en 2007- y estimaron que, probablemente, será aprobada, porque no afecta el consumo de agua para las personas y respalda el segundo propósito del Ejecutivo, en cuanto a asegurar el suministro eléctrico. No obstante, analistas explicaron que como Endesa ya usó sus cuotas de agua de ambos embalses, estaría utilizando reservas adicionales que no está claro que pueda devolver en caso de que no llueva, lo que puede terminar jugando en contra, en caso de una sequía.
Arrese afirma que actualmente se están precisando los dos convenios para su flexiblización (el del Maule es del año 47 y Laja, del 56), lo que estaría listo no más allá del próximo 15 del presente mes.
Pese a que también pueden entrar en la negociación con Endesa, fuentes de los canalistas sostuvieron que no han negociado con la eléctrica para que use parte de los derechos de agua.
Una historia que se repite
En la crisis eléctrica de los años 1998-1999 Endesa también acudió al gobierno para usar los antiguos convenios que le permitieron utilizar aguas adicionales de la laguna Maule y el lago Laja.
En agosto de 1998 la Dirección de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas (MOP) autorizó a Endesa Chile a usar anticipadamente los recursos hídricos de ambos embalses.
En ese momento el gobierno de Eduardo Frei, que tenía como ministro de esa cartera a Jaime Tohá, justificó la medida como una forma de fortalecer el abastecimiento precario del sistema eléctrico. La medida permitió incorporar 750 MW de generación adicionales y dar un respaldo por 60 días.
Pero la decisión posteriormente fue criticada, porque Endesa consumió reservas de agua que no pudo recuperar por la falta de lluvias. Este es un factor que profundizó el racionamiento eléctrico que afectó al país a fines de 1998 y en algunos meses de 1999.
En 1999 también hubo cuestionamientos políticos por el daño patrimonial que Endesa habría ocasionado al Fisco por el traspaso de las aguas. También se cuestionó a la CNE por no haber aconsejado bien al MOP.
Fuente: La Tercera.