—¿Cuál es su percepción del actual escenario energético nacional?
—El año está comenzando mal, desde el punto hidrológico, los embalses están bajos como para comenzar un año. Ello, ya que hay que tomar en cuenta que estos están más bajos que en la misma fecha de la última década y el consumo actual es el doble de que hace 10 años, lo que sumado al fenómeno de la niña, hace prever que este año será muy complicado. Incluso, la situación se agrava aún más con la falla de la central de Nehuenco, que estará paralizada por cinco meses.
—¿Podríamos esperar futuras restricciones energéticas, como ha señalado el Gobierno?
—Con esto hay que ser cuidadosos. Lo que sí es cierto, es que en la medida que el año sea seco, y no tengamos la capacidad instalada suficiente para enfrentar la demanda que hoy día no la tenemos, claramente caeremos en un déficit importante. Pero esto no termina aquí, ya que no se debe de olvidar el hecho de que se avecina un 2009 muy complejo, que se prolongaría hasta la primera mitad de 2010.
—¿Qué medidas paliativas se pueden tomar de manera inmediata?
—Es relevante que se inculque de mejor manera a la población medidas que vayan a favor de la eficiencia energética. Por ejemplo, que la gente cambie la tecnología de iluminación de sus casas para así generar un consumo menor entre un sexto y un octavo menos.
—En esta línea, ¿esta situación no debiera acelerar una postura gubernamental frente a la energía nuclear?
—Lo que hoy existe en el país es una indefinición frente al tema, ya que los estudios que se deben de realizar se pueden efectuar en unos meses, pero definitivamente demorarán un par de años. La decisión del Gobierno debe ser inmediata con respecto a este tema, ya que no se puede ceder ante los diversos grupos que solamente presentan problemas al desarrollo de nuevas centrales.
—¿Qué ocurre con la utilización de otras energías?
—Todavía tenemos posibilidades en cuanto al desarrollo energético, me refiero de energías complementarias, como la geotermia. De hecho, el Estado podría perfectamente poner capital de riesgo para estos fines, más aún si se toma en consideración que tenemos buenas reservas de capital. Ahora, estas iniciativas no son la solución, pero ayudan, y en este minuto todo cuenta para soslayar nuestra delicada situación energética.
Fuente: Estrategia.