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(México) Reforma energética podría excluir downstream

Ene 30, 2008

La reforma energética que discute actualmente la comisión de energía del Senado de México podría no incluir la inversión privada en sectores downstream, manifestó en una entrevista la experta en política mexicana Pamela Starr. Si bien la opinión pública mexicana sabe que la petrolera estatal Pemex atraviesa dificultades, la mayoría de las personas desconoce la […]

La reforma energética que discute actualmente la comisión de energía del Senado de México podría no incluir la inversión privada en sectores downstream, manifestó en una entrevista la experta en política mexicana Pamela Starr.

Si bien la opinión pública mexicana sabe que la petrolera estatal Pemex atraviesa dificultades, la mayoría de las personas desconoce la importancia de la inversión downstream, particularmente para la refinación, dijo Starr.

Por otra parte, se sabe públicamente que existe un vasto potencial de reservas en aguas profundas, pero que Pemex no posee ni los medios económicos ni el conocimiento para desarrollarlo, agregó.

Starr es miembro senior del Centro de Diplomacia Pública de la Universidad del Sur de California y se desempeña como directora asociada de la Latin America Initiative de la universidad.

En lo que se refiere al transporte, Starr considera que la liberalización del sector no generaría mucha inversión dado que el sistema no es atractivo para el sector privado.

«Lo que me cuentan los ejecutivos petroleros es que no pueden imaginarse que una compañía de servicios, u otra firma relacionada, invierta [en ductos], debido a las malas condiciones de la red de ductos en México y la consecuente necesidad de invertir fuertemente en el activo para lograr que sea seguro y productivo», comentó.

En el caso que la legalización de la inversión privada en el sector del transporte no atraiga inversionistas, no valdría la pena pagar el precio político que significaría el enojo de los ciudadanos que se oponen a la medida.

Opinión pública

Si bien la opinión pública se opone generalmente a la inversión privada, tal oposición se debilita en algunas circunstancias.

La administración del presidente Felipe Calderón llevó a cabo una encuesta confidencial el 2007 que incluía preguntas detalladas sobre dónde tolerarían los ciudadanos se produjera la inversión privada en el upstream, dijo a BNamericas una fuente cercana al proceso en cuestión.

El sondeo demostró que existía una menor oposición en las siguientes áreas: en el caso que Pemex -y, por consiguiente, el país- siga siendo la propietaria del petróleo; si las inversiones se producen en áreas nuevas, contrario a lo que sucedería si se deshace de los activos; y particularmente en los sectores donde Pemex no posee una capacidad suficiente como en aguas profundas y en campos transnacionales.

En este último caso, los encuestados temían que la producción estadounidense en campos transnacionales pudiera llevarse las reservas hacia el norte para extraer el combustible fuera de los límites de México. De ocurrir, México podría perder la oportunidad de venderle inversiones al sector privado en aguas profundas.

Prioridad en aguas profundas

Si bien todos coinciden en que Pemex no posee los medios económicos ni tecnológicos para desarrollar sus potencialmente vastas reservas, el senador mexicano Graco Ramírez (del partido de oposición PRD) considera que el desarrollo en aguas profundas no tiene por qué ser una prioridad a corto plazo.

«No existe fundamento técnico ni científico que avale el comenzar actividades de exploración en aguas profundas, en el corto plazo, cuando en aguas someras y territorio nacional aún tenemos más del 70% sin explorar», dijo en una presentación el secretario de la comisión de energía del senado, Ramírez.

No obstante, Ramírez agregó que el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) debiera canalizar gran parte de sus fondos de investigación hacia las aguas profundas.

En lo que respecta a la refinación, Ramírez indicó en su presentación que Pemex debiera construir una refinería de 82.000mn de pesos (US.600mn) con una capacidad de 350.000b/d, o dos refinerías de 35.000mn de pesos con capacidad de producir 150.000b/d cada una.

La construcción de las refinerías le permitiría a México alcanzar la autosuficiencia del suministro de gasolina al 2012, sostuvo el senador.

En la actualidad, el país importa aproximadamente un 40% de su gasolina desde EEUU.

En el sector del transporte, Ramírez indicó que la inversión privada no es necesaria y, además, la prohíbe la Constitución.

Instó a Pemex a realizar obras de mantenimiento en los ductos existentes y a construir una red nacional que conecte a todo el país al actual sistema de ductos de la paraestatal.

Fuente: BNamericas

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