La petrolera anglo-holandesa Shell decidió ayer bajar «provisoriamente» los precios de sus combustibles en todo el país a partir del primer minuto de hoy. Los precios se rebajarán un 8 por ciento promedio, en el contexto de una dura y prolongada controversia con el gobierno.
En las últimas semanas, la relación entre Shell y la Administración Kirchner volvieron a tensarse debido a que la firma decidió mantener los precios de sus combustibles sin cambios. Mientras que sus principales competidoras (YPF, Petrobras, y Esso) accedieron a retrotraer sus precios al público, a los vigentes al 31 de octubre último.
Respaldada en la Ley de Abastecimiento 20680, la Secretaría de Comercio Interior había advertido que no autorizaría la exportación de combustibles hasta tanto no bajaran los precios (conforme a los valores de octubre pasado) y mejorara el suministro interno.
El conflicto por los altos precios había provocado una baja en las ventas en estaciones de la marca, y preocupación por parte de estacioneros, lo que llevó a la decisión de bajar precios en forma provisoria, para no perder presencia en el mercado.
Tras la decisión difundida ayer por Shell, la nafta súper de esa firma bajará 14,9 por ciento. 11,6, la nafta común; 8,1, el gasoil; 7,6 por ciento, la nafta Premium V-Power y 5,1 por ciento en el Pura Diesel.
De esta manera, los precios sugeridos de venta a las estaciones de servicio de la Ciudad de Buenos Aires son de 1,999 pesos por litro para la súper, 1,899 para la nafta común, 1,799 para el gasoil, 2,449 pesos para la V-Power, y de 2,049 pesos para el Pura Diesel.
En el resto del país, los ajustes se aplicarán en forma similar, y la empresa comunico a sus operadores que bajará los precios de las entregas de combustibles «en forma retroactiva a las cero horas, con el fin de minimizar el stock de producto comprado al precio anterior».
El presidente de la compañía, Juan José Aranguren, señaló que «esta decisión es adoptada luego de haber analizado la evolución del mercado de los combustibles junto a nuestros operadores de estaciones y a dirigentes de Federaciones Empresarias nacionales como FECRA».
Aranguren remarcó que «el aumento en las retenciones a la exportación de naftas han tenido un impacto brutal para Shell, que impide compensar pérdidas por ventas en el mercado interno».
También señaló que «las naftas que se exportan son de bajo octanaje, no utilizables en el mercado local». La compañía -que refina y vende combustibles en el mercado doméstico, pero no tiene actividades de extracción de crudo en este país- informó que la baja de precios decidida ayer es provisoria, a la espera de un acuerdo con las petroleras productoras en el marco de una discusión madura sobre el tema precios.
Según Shell, tras la resolución que incrementó las retenciones para el crudo, y mucho más para la venta de naftas al exterior, surgieron diferencias de interpretación entre las productoras y las refinadoras (que sólo procesan y comercializan), que están afectando el normal abasto interno.
Según las productoras, el precio de 42 dólares por barril indicado en dicha resolución debe ser tomado como «piso», mientras que para las refinadoras es el «techo», a los efectos de calcular el precio de abasto interno, según la variedad del crudo (Medanito, Hydra, Escalante).
Aranguren reveló que la propia empresa advirtió sobre estas dificultades a las autoridades del gobierno en la materia a través de notas cursadas la semana pasada, pero que no tuvo respuestas.
El presidente de la compañía afirmó que «a partir de diciembre hemos operado en nuestra refinería por debajo de la capacidad plena, entre 82 y 85 por ciento, por no haber podido tener acceso al petróleo suficiente para mantener la producción».
Fuente: Diario de Cuyo, Argentina