La discusión está ahora a todo motor. El ministro de Hacienda, Andrés Velasco, abrió la puerta a la posibilidad de reducir el impuesto a los combustibles. La medida, sin duda, será un alivio para el automovilista santiaguino y de regiones, que debe desembolsar mensualmente una cantidad de dinero no menor para poder transitar en sus vehículos.
«Es importante sopesar que en Chile cerca de 8 millones de personas giran alrededor de un auto, si se considera que hay 2,6 millones de automovilistas y que la familia se compone de tres miembros», dice el presidente de la agrupación de Automovilistas Unidos, Héctor Precht.
Según cálculos de «El Mercurio» -sobre la base del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la Asociación de Aseguradores y el Servicio Nacional del Consumidor- un automovilista promedio se gasta al mes 60.442 pesos en Santiago en su vehículo, de los cuales 9.862 son en bencina. El auto empleado en el ejemplo está entre los más populares, como el Nissan V16. De ese monto total, el 15% se destina al impuesto a los combustibles, es decir, alrededor de 8.500 mensuales.
Para efectos del cálculo, se estimó un rendimiento promedio de 12 kilómetros por litro, lo que aparece como razonable como media para la agrupación de Automovilistas Unidos. Además, se presume que al año recorre 20.000 kilómetros, que es la distancia que consideran las automotoras para extender una garantía cuando se compra un vehículo nuevo.
Obviamente, para automóviles más grandes, como el 4×4, su rendimiento puede ser menor y el gasto en combustible más alto. Por ejemplo, un cuatro por cuatro puede rendir alrededor de 8 kilómetros por litro, con lo que el gasto mensual en bencina se eleva hasta a 35.000 al mes.
Además, hay una diferencia en el costo de la patente. El único dato comparable históricamente que se pudo obtener es el que proporciona el INE, que es de alrededor de 7.000 pesos anuales. Un auto recién comprado y costoso paga un permiso de circulación mayor, pero una vez usado (el porcentaje más alto de los vehículos que transitan por la capital) el valor de este impuesto municipal desciende rápidamente. Para un Suzuki Gran Nomade, el costo de la patente es de 280.000 anual, con lo que el costo mensual se eleva a 3.300 mensuales, sustantivamente superior a la de un auto promedio.
Tanto el seguro obligatorio como el que se contrata para proteger el auto contra robos y choques han experimentado un moderado aumento de precio en lo que va de esta década. En parte, por la fuerte competencia que se ha dado en el sector con la entrada de las grandes tiendas. En promedio, se consideró un seguro cuyo costo es de 4.000. De nuevo, los autos más caros y lujosos cuestan más, pero se salen de la media porque son un porcentaje menor del total de vehículos en circulación. Un 4×4 puede pagar un seguro de 5.000 mensuales. Fácilmente, el 4×4 supera los 15.000 al mes en gastos, incluyendo las mantenciones.
En este último ítem, los datos se obtuvieron del INE; y si bien los precios que entregan no corresponden uno a uno con los del mercado, sí dan una referencia del valor desde el cambio de aceite, hasta el afinamiento y el de un neumático.
El costo del combustible
Pero sin duda lo que más duele en el bolsillo del conductor es el combustible. La bencina en Chile está entre las más caras del mundo, tal como publicó ayer «El Mercurio». Y el costo es mayor en regiones donde se eleva el litro alrededor de 0 a 0 con respecto a Santiago.
Fuente: El Mercurio