La Policía del Chaco encontró en un procedimiento en las plantas de Repsol YPF y Shell de las localidades portuarias de Barranqueras y Vilelas (cercanas a esta ciudad) más de 11 millones de litros de gasoil, que significan el consumo de cuatro campañas agrícolas en el Chaco. Los productores del campo habían denunciado falta de gasoil y elevados precios, por lo que el gobierno de Jorge Capitanich ordenó una inspección en las estaciones de servicio de toda la provincia.
El jueves había llegado a la mayoría de las delegaciones policiales de la provincia la disposición que ordenaba a la policía instrumentar controles, a través de un decreto y una resolución conjunta de los ministerios de Economía y Producción, de Infraestructura y de Seguridad y Justicia de la provincia. Ministros de Capitanich habían recibido información de boca de empresarios del combustible de que, mientras se hacían los operativos en los puestos de venta, en las plantas de Shell de Vilelas y de YPF de Barranqueras habría una importante carga de gasoil «escondido».
Esto derivó en un pedido al juzgado federal de Resistencia, donde se libraron dos órdenes de allanamiento a estas plantas. El ministro de Gobierno, Jorge Alcántara, informó ayer que en ellas «se constató un stock de 11 millones de litros de gasoil».
Altos funcionarios del gobierno provincial dijeron ayer que Capitanich había dado instrucciones a sus ministros y a la policía para que se continuaran los operativos para evitar el desabastecimiento de combustible. «El gobernador sostiene que el sector de la producción, el transporte y los servicios tienen el derecho de que el Estado le garantice el suministro de combustible», confió un ministro provincial.
«Hasta el momento no hay ninguna denuncia», se dijo desde el juzgado federal respecto del gasoil encontrado por la policía en un procedimiento en el que también actuó la Gendarmería Nacional. La incógnita que trataban de develar los funcionarios provinciales era la razón por la que Shell e YPF tenían en depósito tanto gasoil. Fuentes gubernamentales sospechan que habría intenciones de exportarlo a Paraguay, especulación que ya se había tejido un año atrás.
Un vocero del Ministerio de Planificación de la Nación dijo que el gobierno chaqueño está verificando si hay desabastecimiento. «Si llega a haber faltante, entonces actuarán Planificación y la Secretaría de Comercio Interior [a cargo de Guillermo Moreno] para aplicar las leyes de abastecimiento y de hidrocarburos, que obligan a abastecer primero el mercado interno», agregó el informante.
Pero el gobierno de Chaco niega, por ahora, la escasez. «El stock de gasoil cubre sobradamente las necesidades de los productores para la próxima campaña de girasol. No hay ningún motivo para que la producción se vea afectada. El productor tiene la garantía del abastecimiento y de que no se incrementen los costos», enfatizó el ministro Alcántara al finalizar el relevamiento de 139 estaciones de servicio. En Sáenz Peña, en el centro de la provincia, se hicieron controles a las estaciones, que exhibieron la existencias de gasoil, pero los chacareros no dudaron en decir que algunas estaciones retaceaban la venta cuando se iba la policía.
La voz de las empresas
Un vocero de YPF dijo que las estaciones de su marca «están perfectamente abastecidas, aunque puede haber retrasos en la distribución de productos». También admitió que algunos expendedores ponen cupos: «Porque tenemos el precio más bajo y todos vienen a comprarnos a nosotros». Endilgó el faltante a las estaciones «blancas» (las que no tienen marca). YPF agregó que desde Barranqueras se abastece a todo el Nordeste, pero no se exporta: «La Argentina no exporta gasoil, sino que importa». Admitió que en esa terminal hay 7 millones de litros de diésel.
Los otros 4 millones son de Shell, donde dicen que no se trató de un «allanamiento de la policía», sino de un «pedido de información de Gendarmería y Bomberos». «Nosotros entregamos gasoil normalmente», se defendieron en Shell, donde consideran que el problema es de otras petroleras.
Fuente: La Nación, Argentina.