Q

(Regional) Petrocaribe: Seguridad energética frente al petróleo caro

Dic 20, 2007

La escalada en los precios del petróleo, con una orientación alcista que apunta a los 100 dólares por barril, coloca el tema de la seguridad energética como una prioridad para aquellas naciones en desarrollo que dependen de las importaciones de hidrocarburos. El desembolso de importantes sumas para la compra de crudo y derivados compromete las […]

La escalada en los precios del petróleo, con una orientación alcista que apunta a los 100 dólares por barril, coloca el tema de la seguridad energética como una prioridad para aquellas naciones en desarrollo que dependen de las importaciones de hidrocarburos.

El desembolso de importantes sumas para la compra de crudo y derivados compromete las estrategias de crecimiento económico, mas aún si se toma en cuenta que la energía constituye un componente clave en esa dirección.

Firmas consultoras internacionales y bancos centrales coinciden en afirmar que con las cotizaciones actuales está comprometido el ritmo de expansión de la economía internacional, lo cual podría reflejarse a su vez en la evolución del consumo de hidrocarburos.

De ahí la importancia de iniciativas como Petrocaribe, oficializada en junio del 2005, y que llegó en un momento oportuno para naciones que importan una parte importante de sus facturas energéticas.

Por ese mecanismo, Venezuela suministra a los firmantes del acuerdo unos 200 mil barriles diarios de crudo y derivados bajo condiciones favorables de pago.

Petrocaribe considera una escala de financiamiento de la factura petrolera y la extensión del periodo de pago hasta 25 años con un interés del uno por ciento si la cotización del crudo supera los 40 dólares el tonel.

En poco más de dos años de actividad, el mecanismo consolidó funciones que van más allá de un simple contrato para el suministro de petróleo y llevan su accionar a actividades vinculadas con el desarrollo tecnológico, transporte, refinación y almacenamiento de combustibles.

Según la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), con la creación de la filial PDV Caribe se impulsó la firma de convenios para la constitución de asociaciones mixtas en varias de las naciones involucradas en PETROCARIBE.
Entre ellas destaca Alba Petrocaribe Belize Energy Limited, de la cual PDV Caribe gestiona el 55 por ciento de las acciones y Belice Petroleum and Energy LTD la cifra restante.

Mientras, en el caso de Cuba se constituyó la entidad PDV CUPET, con participación accionaria del 49 por ciento de PDVSA Cuba S.A. -subsidiaria de PDVSA- y 51 por ciento de Comercial CUPET, filial de la Unión Cubana de Petróleo.

Además, en Jamaica está activa Petrocaribe Jamaica LTD, donde PDV Caribe cuenta con el 49 por ciento de los títulos y la local Petrocaribe Corporation of Jamaica posee el 51 por ciento.

Nuevas capacidades de almacenamiento de crudo, mejoras en plantas de refinación e infraestructuras eléctricas forman parte de la cartera de proyectos impulsados con el respaldo de Petrocaribe, varios de ellos en ejecución.
La III Cumbre del mencionado instrumento de cooperación, efectuada en Caracas a mediados de agosto pasado, añadió a los beneficios del mecanismo un tratado de seguridad energética avalado por 10 de los países involucrados en el programa de cooperación.

El pacto, promovido por Venezuela, concentra las acciones en la participación de las naciones caribeñas en la prospección y explotación de áreas petrolíferas en la Faja del Orinoco.

A lo anterior se añade la creación de capacidades de refinación en el área, tal y como ocurre en los casos de Nicaragua, Cuba y Jamaica, con el propósito de favorecer el abastecimiento de derivados y compensar la carencia de potencial de procesamiento que afecta al entorno energético mundial.

Al tomar en cuenta las características de la matriz energética en la región, el tratado apunta además a un mayor empleo del gas natural con la instalación de plantas de licuefacción e incluso posibles gasoductos.

Por supuesto, esas acciones se complementan con el desarrollo de la petroquímica, que aporta valor agregado al crudo, además de la utilización de fuentes alternativas de energía que van desde la fuerza de los vientos hasta la geotérmica.

La política incluye los agrocombustibles con una participación limitada al servir de aditivos para la elaboración de rubros como la gasolina y sin comprometer la seguridad alimentaria de los países el desarrollo.

Unido a ello, está sobre la mesa la opción del ahorro energético, bajo programas muy similares a los que se aplican en Cuba y Venezuela con la sustitución de equipos y lámparas de alto consumo por otros más eficientes.

Para el titular de PDVSA, Rafael Ramírez, sólo en el último año la cooperación bajo esa modalidad representó a las naciones que la integran un ahorro cercano a los 400 millones de dólares.

De esa forma, Petrocaribe califica como una herramienta clave que extiende ya su influencia a Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Cuba, Dominica, Granada, Guyana, Jamaica, República Dominicana, San Cristóbal y Névis, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Haití, Nicaragua y Venezuela.
Fuente: Prensa Latina, Cuba.

Lo último
Te recomendamos

REVISTA DIGITAL

Temas relacionados

Suscríbase al Newsletter Revista Electricidad