Un ritmo más pausado de expansión en el tercer trimestre reflejó el Indicador Mensual de Actividad Económica (Inacer), en comparación con los dos trimestres anteriores.
Electricidad, Gas y Agua incidió negativamente en el indicador por la disminución de la generación eléctrica, debido a la precaución en el uso del agua porque las cotas de los embalses están en un menor nivel que el año pasado en las regiones Sexta, Séptima y Octava.
En los resultados extremos, la Región de Antofagasta presenta una expansión de 16,5% en relación a julio-septiembre de 2006 mientras que la Región de Magallanes registra una caída de 22,2%.
El panorama general de las regiones muestra un crecimiento más leve, dice Raúl Acevedo, coordinador del Departamento de Estudios Económicos Coyunturales del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Lo que está claro es que en los últimos cuatro trimestres, a excepción de Antofagasta, todas las regiones muestran una desaceleración en el ritmo de actividad, asevera Tomás Flores, director de Estudios del Instituto Libertad y Desarrollo (LyD).
La Región del Maule registró una caída de 5,1% en su nivel de actividad. Se trata del segundo trimestre con cifras negativas de producción (-3,4% el trimestre anterior), lo que para Tomás Flores implica que «técnicamente entró en recesión».
Las cifras en rojo son consistentes con el aumento del desempleo en la zona, que pasó desde 9,3% en julio-septiembre 2006 a 12,3% en igual período de este año, el nivel más alto de desocupación en el país. Y es que no sólo bajó la generación eléctrica sino también la construcción, que es intensiva en empleo, muestra un comportamiento negativo en relación al año pasado y al 2005, que fueron períodos de alta actividad para el sector. Pero si bien hay menos obras iniciadas que el año pasado a igual fecha, el sector mantiene cierto vigor, apunta Acevedo.
Las bases de comparación están pesando en uno u otro sentido. En el caso de Antofagasta, la base es sumamente baja porque en similar trimestre del año pasado hubo una caída de 12,4% debido al efecto de las paralizaciones de Escondida y Chuquicamata, argumenta Flores.
El técnico del INE hace notar que la producción de concentrados de cobre en esa zona nortina fue mucho menor en relación a lo que normalmente se produce en septiembre. Al aislar ese efecto, la actividad habría crecido cerca de un 10%, que sigue siendo una cifra significativa.
La contracción que se registró en Magallanes está asociada a la menor producción de metanol debido a las restricciones de abastecimiento de gas natural desde Argentina. Descontando el efecto del metanol, la caída en la producción habría sido de 0,7%, según los cálculos de Acevedo. Y es que otra parte de la contracción está explicada por las menores ventas del comercio, fenómeno que hace mucho tiempo no se registraba en la región. Además, cerró una mina de carbón y va a permanecer cerrada.
La Región de Coquimbo también registró una baja de 6,1% en el tercer trimestre debido a operaciones de mantención de una mina de cobre.
Fuente: El Mercurio