“Pensábamos que nos recibirían con los brazos abiertos, pero no ha sido así”, dijo el subgerente de Contrataciones de Codelco, Álvaro Vilaplana, a los vecinos y pescadores de la comuna de La Higuera, en la región de Coquimbo, que participaban en una reunión de la Comisión del Borde Costero de dicha región.
Ese día, Vilaplana iba a exponer sobre la central termoeléctrica Farellones, uno de los dos proyectos con los que la empresa pretende reducir sus costos en consumo eléctrico y que espera adjudicarse en una licitación internacional.
Asimismo, Barrick Chile planea la central Punta Colorada, proyecto que ya fue aprobado por la Corema en junio pasado y Suez Energy levantaría Barracones, más al norte, la que produciría 600 MW y que debería ingresar el SEIA en lo que resta del año.
A mitad de camino entre estas centrales, la Compañía de Aceros del Pacífico (CAP), estudia instalar una generadora, que según trascendidos tendría una potencia de 400 MW.
Estas noticias intranquilizan a los lugareños, quienes se debaten entre resistir a las transnacionales o acomodarse a los proyectos, pues desde hace una década el área costera ha mejorado sus condiciones de vida gracias a las actividades turísticas derivadas del medioambiente. Dicen temerles a las emisiones de gases y al uso de ingentes cantidades de agua, que luego de ser hervida es devuelta al mar a una temperatura mayor a la natural, lo que podría causar –dicen- desequilibrios ecológicos y peligros para los pescadores, como la aparición de marea roja.
Fuente: La Tercera