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(Bolivia) Las conexiones de gas natural

Oct 22, 2007

* En muy poco tiempo, Bolivia pasó de ser el país con posibilidades de exportar gas, incluso a Estados Unidos, a ser el país donde no hay gas para el consumo interno, pues el que se produce apenas alcanza para atender los compromisos de exportación.

En los últimos días, las autoridades de YPFB hicieron conocer que las conexiones domiciliarias de gas suman 14.211 en la ciudad de El Alto de La Paz, y que el propósito es llegar hasta las 41.000 conexiones en poco tiempo.

Estos anuncios muestran una grave descoordinación, pues mientras se ordenan conexiones domiciliarias con tanto entusiasmo, no hay gas natural suficiente para atender la demanda ni de los domicilios ni de las industrias. En efecto, 120 industrias instaladas en El Alto informan de que no reciben gas natural desde agosto, por lo que se han visto obligadas a cerrar operaciones o a cambiar el combustible por alguno que tenga más garantías de abastecimiento.

En la localidad de Tapacarí, en el Chaco tarijeño, el epicentro de las reservas de gas natural del país, hay más de 300 conexiones domiciliarias de gas desde hace tres años. Pero esa red domiciliaria todavía no está conectada a los gasoductos y, por lo tanto, los domicilios todavía no tienen gas natural.

En la ciudad de Tarija también hay nuevas conexiones domiciliarias, pero el flujo de gas que llega a esa ciudad no abastece ni siquiera a la red original, y mucho menos a la ampliada.

Se está, por lo tanto, ante el caso de que no hay suficiente gas natural para el mercado interno. El presidente de YPFB dijo que, como van las cosas, la provisión de gas en hogares e industrias del país se regularizará solamente a partir del año 2009. La noticia indica que todo el año 2008 se mantendrá la actual escasez, aunque las autoridades no han hecho saber qué previsiones han tomado para que las industrias y los hogares tengan combustibles alternativos.

En muy poco tiempo, Bolivia pasó de ser el país con posibilidades de exportar gas, incluso a Estados Unidos, a ser el país donde no hay gas para el consumo interno, pues el que se produce apenas alcanza para atender los compromisos de exportación, aunque a medias. En efecto, mientras los envíos a Brasil cubren el volumen convenido, los que van hacia Argentina sólo llegan al mínimo permitido por el contrato. Se sabe que las exportaciones a Cuiabá, en el estado brasileño de Mato Grosso, fueron suspendidas en agosto, lo que obligó a la planta termoeléctrica a buscar combustibles de emergencia, porque el Gobierno boliviano no había anunciado que cortaría el suministro.

Pero lo que más impresiona es que falta gas para el mercado interno. Y no hay explicaciones suficientes ni la certeza de una solución pronta. En otros países, estas situaciones merecen un tratamiento serio de parte de las autoridades. En Chile, por ejemplo, en vista de la crítica situación del abastecimiento de gas argentino, las autoridades decidieron no sólo instalar plantas de regasificación para la importación de gas natural licuado, sino también la instalación de una gigantesca planta termoeléctrica que usará carbón mineral. En Brasil se acelera la exploración en busca de nuevos yacimientos, pero también se instalan plantas de regasificación para la importación de GNL.

En los países vecinos los gobiernos siempre piensan en opciones y toman previsiones para que no falte energía, pues de esa manera saben que se garantiza el normal desenvolvimiento de las actividades económicas, además de asegurar a los hogares la dotación regular de energía.
Fuente: La Razón, Bolivia.

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