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(Chile)»No nos cerramos a otras oportunidades»

Sep 20, 2007

* Compitieron contra firmas extranjeras y ganaron, pasando a ser la distribuidora eléctrica de mayor cobertura de Chile. Esto, para sus ejecutivos, es una muestra de la confianza que tienen en el país.

Más de 150 hombres analizaron detalladamente los pasos de la operación. El trabajo tuvo buenos frutos, pero los brindis al interior de la Compañía General de Electricidad (CGE) quedarán para después, ya que aún deben finiquitar los detalles del financiamiento para la compra y elaborar la Oferta Pública de Acciones (OPA) por las acciones de Emel, pertenecientes a la estadounidense PPL. Es el estilo CGE, cuentan sus directivos.

Aunque ahora son la compañía de distribución eléctrica con mayor cobertura del país -operan de la I a la IX Región y también en Magallanes- y la de mayor número de clientes -más de dos millones-, el bajo perfil que han mantenido es su sello. Pablo Guarda, gerente general de CGE, decidió contar en primera persona lo que él considera una operación clave para su equipo.

-¿Qué los llevó a pagar US$ 660 millones por Emel, más de lo que esperaba el mercado?

«En primer lugar, CGE es una compañía que en sus 102 años siempre ha manifestado su intención de crecer y crecer en los negocios que conocemos. Segundo, queremos manifestar nuestra confianza en el país, en su crecimiento y en la institucionalidad que nos regula… es una muestra de confianza».

-¿No lo consideran un precio elevado?

«Las cuentas realizadas nos permitieron llegar a un precio competitivo; y ganamos. Vamos a otorgar rentabilidad adecuada al accionista, vamos a crecer y estamos creando valor. En particular esta compra nos permite adelantar 12 años de crecimiento en términos de clientes».

-¿Eso según lo que tenían proyectado ustedes previo a Emel?

«El crecimiento orgánico de CGE era de 50 mil clientes por año; ahora agregamos casi 600 mil, o sea 12 años de crecimiento de un sólo golpe».

-¿Esta compra consolida la posición de CGE?

«Sí, pero consolidar no significa que nos cerremos otras oportunidades».

-¿Mirarán otros activos como los de PSEG, nos referimos a Chilquinta o Saesa?

«No sabemos, estamos preocupados de Emel, de casi 600 mil nuevos clientes. De lo otro nos preocuparemos después».

-Han hablado de confianza justo en momentos en que el sector eléctrico ha vivido un intenso debate por la ley Tokman.

«Creemos que hay que ser precisos; estimamos que la normativa eléctrica es sana y necesita ir adecuándose a ciertas condiciones que no estaban previstas. Sentimos que la autoridad regulatoria, que es dirigida por el ministro Tokman, es seria y técnica. Creemos que tenemos buena comunicación y respeto mutuo con ellos».

«La opinión que tenemos, por ejemplo de esa ley, se la expresamos de manera directa; pero queremos ratificar que entendemos que sin cambiar las reglas del juego en lo macro, las leyes necesitan ir adecuándose a las situaciones no previstas».

-Sobre este tema, ¿cómo ven el juicio arbitral por el contrato de suministro entre GasAtacama y Emel, que ahora «heredarán» ustedes?

«La distribución es un negocio en el que la legislación eléctrica establece derechos en la calidad de concesionarios: las distribuidoras tienen derecho a disponer permanentemente de toda la electricidad que necesitan para sus clientes, y segundo, disponer de esa electricidad a un precio que la autoridad fije».

«A cambio, tenemos obligaciones que son las de otorgar un servicio de calidad y a precios regulados».

-¿Cómo cambian las inversiones del grupo tras la compra de Emel?

«Como ya habíamos anunciado, en los próximos 5 años es muy probable que invirtamos cerca de US$ 1.000 millones, en lo que llamamos crecimiento orgánico, lo que excluye adquisiciones, como Emel, salvo el proyecto de la planta GNL».

-Sobre este último, ¿cuánto piensan invertir?

«Las inversiones las estamos haciendo a través de Metrogas, que posee el 20%. La inversión total supera los US$ 900 millones, entonces la cantidad de dinero a destinar depende de cuánta deuda obtenga el proyecto, que en general son de largo plazo. Dicho eso es probable que terminemos invirtiendo cerca de US$ 60 millones».

-¿La generación tendrá menor importancia, ahora?

«Para nada, creemos que la generación es una oportunidad muy importante de crecimiento, sobre todo ahora que hemos crecido en distribución. Pensamos que es sano balancear nuestro crecimiento».

-¿El proyecto Ñuble ya está definido?

«No. Recibimos la calificación ambiental, que aprobó la central, pero la estamos analizando porque tiene imprecisiones que nos parecen importantes y sólo despejándolas podemos definir la inversión».

-Más allá de Ñuble, ¿qué hay?

«Pensando en el crecimiento de demanda -entre 500 y 600 MW- hay muchas oportunidades. En el SIC, en la zona centro de Chile, la compañía tiene derechos de agua y hay centrales proyectadas en ellos en rangos de 60 a 140 MW, como Ñuble. Estos derechos estimamos que nos permitan sumar 400 MW, pero en un sistema como el interconectado central, que es básicamente hidrotérmico, la prudencia y la sabiduría obliga a tener un mix de centrales hidro y térmicas».

Jorge Marín. Presidente de CGE.

Rafael Salas. Fiscal de la compañía.

Pablo Guarda. Gerente general.

Gonzalo Rodríguez. Gerente de finanzas corporativas.

Antonio Jaar. Gerente de estudios corporativos.

El «silencioso» equipo que conduce CGE

El triunfo de CGE en la carrera por adjudicarse a Emel, dejó al descubierto la gran apuesta que está haciendo el actual equipo que conduce la compañía en sus planes de crecimiento en todo el espectro del mercado energético.

CGE, controlada por las familias locales Marín-Del Real, Pérez Cruz y el grupo Almería -que poseen el 61,7% de las acciones-, bajo la presidencia de Jorge Marín y con Pablo Guarda en la gerencia general, ha logrado importantes avances en el mercado eléctrico, asumiendo un rol protagónico en el sector.

El reemplazante de Gabriel Del Real Correa en la presidencia del grupo, Jorge Marín, cultiva un bajo perfil y no suele dar declaraciones públicas. Durante el anuncio oficial de la compra de Emel, si bien se le vio satisfecho por el logro, dejó toda la vocería en el gerente general de CGE. Pese a ello, en el sector es reconocida su cualidad de estratega a la hora de conducir la compañía.

Pablo Guarda, en tanto, es ingeniero civil mecánico de la Universidad de Chile, con posgrado en Administración de Empresas de la Universidad Adolfo Ibáñez. Por 20 años su carrera estuvo ligada al grupo Sigdo Koppers, donde ingresó en 1979 y le tocó participar en la adquisición de la Empresa Eléctrica EMEC -y que hoy pertenece a CGE-, en la que luego se desempeñó como gerente general que finalmente pasó a controlar CGE.
Actualmente el grupo CGE tiene participación y control en 25 empresas del rubro electricidad, gas y otros servicios. Metrogas, Conafe y Polpaico, son sólo algunas de ellas.
Fuente: El Mercurio.

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