El ministro argentino de planificación, Julio de Vido, anunció ayer que a partir del próximo lunes se levantarán las restricciones al uso de energía para el sector industrial.
“El lunes pasado se liberó el horario, hoy la potencia y el otro lunes ya quedarán eliminadas las restricciones”, dijo De Vido en la ciudad portuaria de Zárate, donde asistió a la llegada de dos turbinas para la central termoeléctrica de Campana.
El duro invierno que está viviendo Argentina provocó una crisis energética, según señalan los expertos, y el gobierno niega, que obligó a racionar o cortar la provisión de gas a la industria, gasolineras y a Chile, que se abastece del combustible argentino al calor de acuerdos firmados en la década pasada.
La ola de frío polar fue especialmente dura a principios del pasado mes de julio, cuando 16 personas resultaron muertas a causa del frío y los cortes de luz paralizaron la ciudad patagónica de Bariloche, principal estación de esquí de América Latina.
A mediados de mayo el gobierno introdujo la primeras restricciones al consumo, lo que provocó el cierre de 1.600 gasolineras que suministraban gas natural comprimido, un combustible que en Argentina utilizan 1,44 millones de vehículos.
El 11 de julio la demanda de electricidad alcanzó su pico máximo, con un consumo muy cercano a los 18.500 megavatios con que cuenta la red eléctrica argentina.
Desde el 22 de junio las industrias están obligadas a ahorrar 1.200 megavatios diarios de electricidad entre la tarde y la medianoche, las horas de mayor consumo, una medida que afectó a unas 5.000 empresas, la mayoría de los sectores siderúrgico, petroquímico y del cemento.
El racionamiento del gas redujo la producción argentina de fertilizantes y otros productos petroquímicos y las consultoras tuvieron que revisar a la baja las previsiones de crecimiento de la industria manufacturera para este año, que ahora calculan en torno del seis por ciento, un punto menos que en enero pasado.
Fuente: ABC, Paraguay.