El ministro de Energía, Marcelo Tokman, salió a defender el proyecto que esta semana envío al Congreso y que modifica la Ley Eléctrica. La nueva normativa, que busca resguardar el suministro de clientes residenciales ante los problemas que tenga una generadora con sus contratos de suministro o una eventual quiebra, es criticada por algunas empresas de la industria, que estiman que el proyecto es “un traje a la medida” para solucionar los problemas financieros de GasAtacama. La generadora está complicada con un contrato de venta de energía que tiene con Emel, el cual no es rentable porque considera precios que cubren los costos de producir la energía con gas y no con diésel, que es más de tres veces más caro.
El proyecto define que si una distribuidora se queda sin contratos y no obtiene un acuerdo con una generadora en un año, todos los generadores del sistema se hacen cargo del suministro, lo que implica socializar las pérdidas que se podrían presentar.
“Nosotros no hacemos las cosas pensando en los privados, sino en dos objetivos finales. Un tema es que no se ponga en riesgo el suministro de los clientes regulados y el otro es que haya suficiente capacidad de generación”, afirma Tokman.
¿El gobierno puso discusión inmediata al proyecto para poder regular el conflicto de GasAtacama?
La situación de GasAtacama nos ha demostrado que la legislación vigente no contempla dos situaciones. Una es el término de un contrato por una sentencia de un árbitro y la otra es cuando se produce la quiebra de una empresa. Cualquiera de esas dos situaciones puede significar que los clientes regulados no sigan contando con energía, y nuestra primera obligación como gobierno es velar por los hogares. Al detectar ese vacío hemos propuesto una nueva legislación.
¿Algunos privados son críticos de este proyecto porque se puede terminar socializando pérdidas dentro del sistema?
Obviamente los privados que se podrían ver afectados tienen todo el derecho a opinar, pero esta es la mejor solución que encontramos. Cualquier generadora se beneficia cuando en vez de ser ella es otro el actor que construye el cable directo hasta el cliente al que le vende la energía. Usar un sistema interconectado no sólo implica beneficios, sino también obligaciones. Esta es una obligación más, tal como las que se han impuesto en el pasado.
¿Hay apoyo en el Congreso?
Esperamos que el próximo martes el proyecto se vote en el Senado y esperamos contar con los votos necesarios, si no con una gran mayoría. Una razón por la que hemos puesto discusión inmediata es que no vaya a producirse un problema con Gas-Atacama y que no estemos preparados desde el punto de vista legislativo.
Fuente: La Tercera.