El gobierno de Bolivia enviará la próxima semana una delegación a Brasil para exigir detalles sobre los efectos ambientales que podrían causar las dos represas que el país carioca planea construir sobre el río Madera, situado en la frontera con el departamento boliviano de Pando. La visita a Brasilia fue confirmada ayer por el canciller de Bolivia, David Choquehuanca, durante su comparecencia ante los legisladores de la Comisión de Exteriores del Senado. Según el gobierno boliviano, las represas pueden provocar además pérdida de suelos, cosechas, recursos forestales, infraestructura y migraciones en las zonas fronterizas. Por su parte Brasil se niega a negociar las dos represas, con las que aspira a genera 6.450 MW, equivalentes a casi el 8% de la demanda nacional.
Fuente: El Cronista, Buenos Aires, Argentina.
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