Chile tiene el mayor consumo de electricidad por habitante de la región, anotando al segundo trimestre de este año una proyección de 807 kWh, un incremento de 3,3%, respecto de igual lapso del año anterior, según un informe trimestral de la consultora Everis y el Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Navarra.
En la medición, el uso de electricidad per cápita nacional aventaja incluso al de Argentina, que al mismo lapso aparece con una proyección de 640 kWh, que supone un alza de 4,7% respecto del segundo trimestre de 2006.
Mucho más atrás se ubican Brasil, con 478 MWh, México, con 427 MWh, y Colombia, donde el consumo llega sólo a 275 kWh por persona, casi un tercio del consumo que presenta Chile.
El analista de la consultora, Marcos Vázquez, explicó que entre varios elementos, el crecimiento de la economía chilena es el factor que mejor explica el comportamiento de Chile.
“Medido en términos comparativos con otros países de la zona, Chile está por encima en ámbitos asociados al progreso económico-social y eso obliga a un mayor consumo de energía”, dijo el experto y agregó que esta situación le resta relevancia a cuánto cuesta producir.
Por ello alertó que más allá de la “visión positiva” de la expansión económica, hay que ver el lado negativo, “porque esto demuestra que en general Chile es un país que derrocha energía, ya que en el último tiempo no ha vivido crisis tan extremas como las de Brasil o México, que introdujeron políticas de uso eficiente de la energía y castigos para obligar al ahorro”, apuntó.
Ahorro y eficiencia
Según el estudio de Everis, al primer trimestre de 2005 el consumo eléctrico en Chile fue de 740 kWh por habitante, saltando a 773 kWh al mismo lapso de 2006 y alcanzó 801 kWh al primer cuarto de este año, lo que en ese punto representó un alza de 3,7% en 12 meses.
Vázquez dijo que el Estado tiene “un rol ineludible” a la hora de impulsar medidas de eficiencia energética. “En Chile aunque hay un programa país de eficiencia energética que no ha logrado permear la cultura, que comprende a ciudadanos y también a las empresas, como las mayores consumidoras de energía”, apuntó.
El especialista indicó que la campaña de uso eficiente que la autoridad lanzó recientemente, resulta más efectivas cuando se produce una crisis de abastecimiento y respecto de los premios al ahorro eléctrico, precisó que es más fácil responder al castigo que al premio, aunque para los gobiernos es difícil tomar decisiones en este sentido.
Fuente: Diario Financiero.