El gobierno está evaluando diferentes opciones legales para subir las cuentas de la luz que pagan los habitantes del norte del país y, de esta forma, los cobros reflejen los mayores costos en que incurren las eléctricas para generar la energía.
Altos ejecutivos de las mineras y de las eléctricas reconocen que han sido informados de que el Ejecutivo estudia -en el ámbito de la Comisión Nacional de Energía (CNE), el
Ministerio de Economía y la Superintendencia de Electricidad y Combustible (SEC)- todos los instrumentos legales que permitan dar certidumbre y operatividad de largo plazo al Sistema Interconectado del Norte Grande (Sing).
Ello, porque según confirman asesores de autoridades de gobierno y altos ejecutivos ligados a las distribuidoras eléctricas, existe el convencimiento de que las tarifas que hoy pagan los hogares de las regiones I y II deben reflejar los costos reales de la energía, cosa que no ocurre.
Y existen espacios para un alza, dicen asesores de gobierno, considerando que los precios que cancelan los habitantes de Iquique, Antofagasta y Calama son uno de los más bajos del país.
En la actualidad los precios regulados de esas ciudades están reflejando los costos de producir la electricidad con gas natural. Sin embargo, las generadoras del Sing han debido reemplazar el gas por diésel -que es mucho más caro- debido a los recortes de Argentina.
Este escenario ha provocado importantes déficit a las generadoras e incluso GasAtacama, la principal eléctrica del Sing, enfrenta serias dificultades financieras que la han llevado al borde de la quiebra.
El gobierno busca evitar que el actual escenario ocasione un colapso energético en el norte. Para superar esa situación, las autoridades están analizando todas las atribuciones, leyes y normas que puedan servir para asegurar el suministro de energía que requieren las distribuidoras del grupo Emel, que abastecen a las principales ciudades del Norte
Grande.
Emel y GasAtacama están en medio de un arbitraje por diferencias tarifarias, proceso que podría demorar meses en resolverse.
Mientras eso ocurre, hay dos grandes normas que se pueden usar para elevar los precios, confirman asesores del gobierno. La resolución 88 es una de las herramientas.
Esta se hace operativa en caso de que el árbitro que tiene que dirimir el conflicto entre Emel y GasAtacama determine que se debe poner término al contrato de suministro.
Esa norma establece que en caso que una distribuidora no tiene contrato con una generadora,
comprará la energía a precio spot (mercado de corto plazo) y que el mayor costo en relación al precio regulado, se distribuye entre todos los usuarios del sistema eléctrico.
Otro mecanismo que está sobre la mesa del gobierno es el artículo 102 bis, contenido en la Ley Corta II de 2005. Esta normativa estipula que en caso de emergencias y con el objetivo de asegurar el suministro eléctrico la CNE puede pedir adicionar cobros sobre el valor regulado, que permitirían elevar las tarifas.
Para que sea operativa la norma 102 bis se requiere tener un reglamento que regule las condiciones en que se puede utilizar esta herramienta, en el cual está trabajando la CNE.
El uso de las resoluciones vigentes dependerá de cómo se desencadenen los acuerdos que Endesa y las mineras están llevando a cabo para viabilizar la operación de Gas Atacama, eléctrica que es la más perjudicada por los bajos precios que tiene la energía en el norte.
Las conversaciones están bien encaminadas.
Una salida apunta a extender los aportes económicos que Codelco y BHP comprometieron por 90 días a la empresa hasta que el árbitro dirima el conflicto con Emel. Además, las mineras están viendo con GasAtacama la opción de renegociar
los contratos de venta de energía por un plazo mayor.
Iquique y Calama entre las tarifas más bajas
Las principales comunas de Santiago tienen en la actualidad las tarifas más bajas del país, según se desprende de la información que entregan las distribuidoras sus clientes.
Así se mantiene una realidad histórica, dado que las cuentas de la luz tienden a ser menores en los grandes centros urbanos donde se consume gran parte de la energía.
En la Región Metropolitana una cuenta tipo de Chilectra para una familia que consume en promedio de 140 kw tiene un valor de $ 11.642. Este monto está por debajo del promedio de $ 15.000 que se observa en el país.
Lo que llama la atención es que luego se ubican Antofagasta y Calama, ciudades que son abastecidas por Elecda, e Iquique, donde opera Eliqsa. Las tres ciudades son abastecidas por Emel.
A pesar de que están en un sistema eléctrico más pequeño acceden a precios menores a $ 12.000, que son más bajos que los que pagan comunas de Santiago como Quilicura y Huechuraba. Los privados asocian esta situación a que el precio regulado ha subido menos en enorte que en centro y sur del país.
Las tarifas más altas están en la Novena Región.
Fuente: La Tercera