El subsecretario de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía (SE), Mario Gabriel Budebo, afirmó que el modelo seguido en México en materia de refinación sólo ha servido para trasladar al extranjero, concretamente a Estados Unidos, inversión y empleo que deberían permanecer en el país.
De ahí la importancia de desarrollar la producción de gasolinas, petrolíferos y petroquímicos.
Aseguró que aún con la prevista reconfiguración de la refinería de Minatitlán, México seguirá importando gasolinas del orden de 415 mil barriles diarios (42% del consumo nacional) hacia 2015, lo que equivale a destinar US$ 13.228 millones anuales en compras foráneas de combustible.
«Eso significará trasladar recursos a Estados Unidos equivalentes al costo de dos refinerías que podrían pagarse con el consumo de gasolinas de los mexicanos», dijo Budebo.
La falta de continuidad entre las políticas y proyectos de la administración pasada y lo que considera públicamente el área de refinación en Pemex, «podría costar caro al país».
A la fecha, las autoridades del sector energético no se ponen de acuerdo en la construcción de una nueva refinería, pues aunque ya se entregaron estudios al presidente Calderón sobre un complejo en Tuxpan, Veracruz, Pemex también considera desarrollar un proyecto diferente.
Datos oficiales entregados por la paraestatal y que se incluyen en el Programa de Inversión para la Ampliación y Construcción de Refinerías y de la Infraestructura Complementaria, que Jesús Reyes Heroles presentó al Congreso de la Unión el 27 de abril, sostiene que los estudios para instalar la nueva capacidad de refinación «están en etapa de factibilidad, que debe ser terminada en el año en curso y sobre la base se determinará el tamaño, tipo y número de instalaciones, así como el sitio idóneo para su localización».
La inversión prevista por Pemex oscila entre US$ 7.000 y 9.000 millones, casi el doble de la refinería que la administración pasada propuso.
De una muestra entre una docena de países con capacidad de refinación superior a los 500 millones de barriles diarios, México es el único que no ha elevado su capacidad en los últimos años, indica el World Crude Oil Distallation Capacity 2006.
El país dispone de seis complejos refinadores contra los 24 de Venezuela, 31 de Japón, 41 de Rusia, 51 de China y 131 de Estados Unidos.
El 30 de octubre del año pasado, el entonces director de Pemex Refinación, Miguel Tame Domínguez, aseguró que el proyecto de nueva refinería en México «está listo, y sólo espera que la próxima administración de luz verde para que se construya en Tuxpan, Veracruz».
Incluso, detalló que la dirección de Pemex proporcionó al presidente electo Felipe Calderón, los estudios de ingeniería y la solicitud de autorización del nuevo complejo que empezaría a construirse en 2008, con inversión de US$ 4.400 millones.
La refinería estaría en condiciones de aportar 140 mil barriles diarios de gasolinas y su financiamiento podría realizarse al través del esquema Pidiregas.
El 30 de noviembre del mismo año, el ex director de Pemex, Luis Ramírez Corzo, explicó a la Comisión de Energía del Senado que sería necesario construir una terminal de almacenamiento en Tuxpan con capacidad de un millón de barriles y un costo de US$ 30 millones.
Sin embargo, el nuevo director de Pemex Refinación, José Antonio Ceballlos Soberanis, le dio carpetazo al proyecto de refinería en Tuxpan.
En el apartado Ampliación de la Capacidad de Refinación, página 33, del programa de inversión, la petrolera estatal argumenta que «evalúa la oportunidad de negocio que representa aumentar la capacidad de proceso del Sistema Nacional de Refinación».
Fuente: El Universal