Hace una semana el Sing vivió momentos críticos, justo cuando el gobierno intervenía para evitar la quiebra de GasAtacama.
Para impedir cortes de luz en la las regiones de Tarapacá y Antofagasta, Codelco, Zaldívar, Collahuasi y Escondida se coordinaron con el Ejecutivo para bajar su consumo de energía. Las mineras realizaron una mantención no programada de sus instalaciones.
Silenciosamente y en momentos en que el gobierno intervenía para evitar la quiebra de la generadora GasAtacama, las principales mineras del norte tuvieron que recurrir por tres días -entre el 30 de mayo y el 1 de junio- a una reducción voluntaria de sus consumos eléctricos para evitar un racionamiento que habría dejado sin luz a Arica, Iquique y Antofagasta.
Durante esos tres días Codelco, Collahuasi, Escondida y Zaldívar fueron las principales mineras que redujeron su demanda de energía a través de mantenciones no programadas que realizaron a sus instalaciones.
El evento fue manejado con absoluta reserva por las autoridades del gobierno, las cuales habrían intercedido ante el sector privado y Codelco para que se tomara la medida.
«Se le pidió a las mineras que bajaran sus consumos de energía para asegurar el suministro eléctrico en el resto del Sing (el Sistema Interconectado del Norte Grande)», reconocen en una de las mayores mineras de la zona.
El rol que jugó el gobierno en esta silenciosa operación se canalizó a través de la máxima autoridad energética, el ministro de Energía, Marcelo Tokman, afirma un asesor del Ejecutivo.
«Dada la fragilidad con que está operando el Sing, hubo una estrecha coordinación entre la autoridad y las mineras para reducir la demanda eléctrica. Esto se hizo en paralelo a las gestiones que realizó el ministro Tokman para pavimentar una salida, también en conjunto con las mineras, a la crisis financiera de GasAtacama», indica el asesor. No obstante, en el Ministerio de Energía niegan cualquier participación en este tema.
Altos ejecutivos de la industria eléctrica explican que los profundos recortes de gas natural de Argentina dejaron a GasAtacama operando con diésel y también a la central Salta de AES Gener, que si bien está instalada en el país transandino, se encuentra conectada al Sing. Esta última tuvo algunos inconvenientes para funcionar sin gas, afirman en la industria, lo que restó oferta al sistema eléctrico del norte. Junto con ello, Electroandina tampoco contó con gas natural para operar.
Producto de esta situación y sumado a problemas que tuvo GasAtacama en el suministro de diésel por parte de Copec, no hubo suficiente capacidad de generación para cubrir toda la demanda eléctrica del Sing.
Hasta antes de esta crisis la demanda de energía en el norte del país estaba en niveles de 1.700 MW, la cual se redujo hasta 1.350 MWen los días que el suministro estuvo ajustado, es decir, un 20% menos.
«Entre el 30 de mayo y 1 de junio se tuvieron que bajar los consumos en el Sing entre 100 a 250 MW para satisfacer sin problemas la demanda», dice un ejecutivo del sector. Otras fuentes de la industria hablan de que la baja habría alcanzado a los 300MW.
La reducción de consumo no pasó por el Centro Económico de Despacho de Carga (CDEC) del Sing, que es el organismo encargado de coordinar la operación de las eléctricas y que coloca las señales de alerta ante eventos que impiden cubrir la demanda. En el sector privado explican que no fue necesaria la intervención de este organismo, que podría haber gatillado el racionamiento, porque los días en que bajó la capacidad de generación del Sing simultáneamente la demanda de energía fue menor a la de las jornadas previas.
«Aquí hubo un racionamiento encubierto, lo que demuestra lo estrecho que está operando el sistema eléctrico en el norte», reconocen altos ejecutivos del sector eléctrico. Otros ejecutivos de la industria explican que las mineras no tenían mucha opción, considerando la preocupación del gobierno por los efectos políticos de un racionamiento. Además, las autoridades del ámbito energético también estaban realizando gestiones con las mineras para que apoyaran financieramente a GasAtacama.
Asesores del Ejecutivo y en las empresas eléctricas del norte coinciden en que la operación del sistema es estrecha. Agregan que en la medida que los recortes de gas natural continúen y ocurra una contingencia que afecte la operación de una eléctrica o complique la cadena de suministro de diésel, se volverá a complicar el suministro eléctrico. Por ello, dicen, «la probabilidad de que se vuelva a recurrir al sector minero para evitar una crisis mayor es alta».
Los posibles socios de Endesa: mineras y Southern Cross
El viernes 1 de junio CMS Energy acordó vender el 50% de GasAtacama Generación al fondo Ashmore Group en unos US$ 80 millones. Endesa, dueño del otro 50%, tiene la opción de comprar ese porcentaje. O transferirlo a un tercero.
La reputación de Ashmore hace prever a muchos que su interés es la quiebra de GasAtacama para la posterior venta de los activos, hoy prendados a los accionistas. Por ello Endesa no ve con buenos ojos al nuevo socio. Y podría transferir su opción a un tercero.
Varias fuentes confirman que los interesados son dos: las grandes mineras que, como Codelco y BHP, requieren respaldo energético en el norte del país, y el fondo Southern Cross, ex dueño de La Polar y Essbio, que, con una trayectoria de buenas gestiones, mira GasAtacama desde hace meses.
La opción de ingresar a GasAtacama es un negocio a bajo precio y alto riesgo. La apuesta es la expectativa de un buen negocio futuro, una vez resuelta la actual crisis.
Fuente / La Tercera