La operación del sistema eléctrico chileno está ajustada. La advertencia la hace el Centro Económico de Despacho de Carga (Cdec-SIC), organismo que reúne a las eléctricas del sector y que coordina la operación del Sistema Interconectado Central (SIC), el cual abastece al 93% de la población y se extiende entre Taltal y Chiloé.
Ayer la entidad salió a aclarar cómo está operando el sistema eléctrico, luego que trascendió que había decidido poner en marcha la central Renca de AES Gener para apoyar el suministro eléctrico. Esa planta, que estaba detenida hace dos años, sólo se ocupa en situaciones en que el abastecimiento eléctrico es estrecho, porque tiene un alto costo de operación -usa diésel- y es la eléctrica más contaminante de Santiago. Esta planta comenzó a funcionar en 1962.
El Cdec comentó que el SIC está operando sin gas natural, con bajos afluentes por la falta de precipitaciones y con algunos embalses estacionales (Colbún, Rapel y Ralco) en sus niveles mínimos. Por este motivo, el parque térmico, basado en carbón y diésel, ha ido aumentando su participación en el abastecimiento y aporta el 55% de la generación eléctrica. El restante 45% proviene de las centrales hidroeléctricas.
Aunque ayer llovió en la zona centro y sur del país, las precipitaciones no fueron suficientes para mejorar el nivel de los embalses.
El consultor privado y socio de Electroconsultores Francisco Aguirre explica que la lluvia fue muy pasajera y “nos deja en las mismas condiciones que hace
unos días, cuando todavía no caían precipitaciones”.
Aguirre afirma que el sistema eléctrico está bastante “estresado”, por la falta de gas natural y por las pocas precipitaciones. Ambos factores están obligando a guardar las reservas de agua disponibles en los embalses, estrategia que es relevante porque el uso eficiente del recurso hídrico servirá para llegar en mejores condiciones al 2008. “Si se demora en llover, vamos a llegar a una situación de estrechez absoluta y se puede producir una situación de racionamiento en marzo o abril del próximo año”, sentencia Aguirre.
No obstante, las eléctricas prevén que hoy no está en riesgo el suministro eléctrico para la zona central y sur del país.
Si llega a fallar una central, se estima que el sistema podría cubrir esa demanda aumentando la generación hidroeléctrica. Coinciden, en todo caso, que eventos de este tipo pueden incidir para gastar parte del agua que se requiere para enfrentar el suministro eléctrico durante el próximo año.
En todo caso, agregan que actualmente varios actores privados están instalando turbinas de emergencia que servirán para respaldar el abastecimiento eléctrico en los próximos 12 a 24 meses. En conjunto estos proyectos comprenden 600 MW, capacidad de generación similar a la de Ralco.
Para la ex secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional de Energía (CNE) María Isabel González, hoy el sistema eléctrico, además de estar funcionando con un suministro ajustado, está teniendo altos costos de operación. Como no hay gas natural, las plantas eléctricas han debido recurrir al diésel, que tiene costos tres o cuatro veces sobre lo que se gasta en la generación con gas.
Complejo data de los años 60
Autoridades fiscalizan operaciones de central Renca
La Autoridad Sanitaria de la Región Metropolitana fiscalizó el funcionamiento de la central Renca el miércoles pasado, fecha en que retomó sus operaciones tras dos años de cese de actividades de la planta.
Pese a que el organismo habría solicitado un informe de emisiones al día al complejo, éste no lo tenía debido al largo período que estuvo sin operar. La empresa AES Gener informó que para elaborar este documento habrían tenido que echar a andar la industria por varios días sólo con ese propósito.
Además, la firma se contactó con un laboratorio autorizado para efectuar las emisiones.
El director de la Conama metropolitana, Alejandro Smythe, dijo que “el sector industrial va a seguir cumpliendo, pero vamos a comenzar a descubrir, y es un hecho bastante claro, la pérdida de la ganancia ambiental que habíamos hecho”.
Smythe agregó que “si una empresa con gas contamina por debajo de la norma, probablemente con otro tipo de combustibles va a estar en el límite. Eso pone en riesgo las normas de calidad ambiental que tenemos como sociedad, más que las normas particulares de emisión de cada tipo de fuente”.
Fuente: la Tercera.