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(Argentina) Se multiplican las complicaciones por la falta de gas

May 30, 2007

* Automomovilistas particulares, taxistas y remiseros hacen largas colas para poder conseguir GNC; Metrogas y Gas Natural Ban restringieron el servicio.

Automovilistas particulares, taxistas y remiseros hacían esta mañana largas filas frente a unas pocas estaciones proveedoras de gas natural comprimido (GNC) que proveían el combustible, ya que la mayoría estaban cerradas o sólo proveían por una manguera.

No obstante, desde el Gobierno sostuvieron que en las próximas horas, con el ascenso de la temperatura, podría restablecerse el suministro normal.

«Fue una medida preventiva para preservar el buen funcionamiento del sistema», aseguró el subsecretario de Combustibles, Cristian Folgar, en diálogo con Radio 10 e indicó que si cede el frío, «a partir de mañana se comenzaría a normalizar la provisión de gas natural».

En tanto, sobre el suministro a Chile, el funcionario afirmó que «nunca faltó el suministro para residencias y comercios» y dijo que la falta de gas a las industrias es algo que deberá arreglar cada empresa con su proveedor particular.

En rigor, hubo un corte total de los envíos que abastecen a los 370.000 hogares de Santiago, que también sufre una ola de frío polar, aunque no hubo faltante en las residencias y comercios debido a las reservas acumuladas de gas transportado por el gasoducto desde Mendoza. Esas reservas deberían agotarse hoy.

Por otro lado, el secretario de la Cámara Argentina de Estaciones de Servicio Independientes, Eduardo Bajlec, reveló esta mañana a la agencia DyN que anoche a las 22 recibieron un comunicado de Metrogas en el que se informó que «está prohibida la venta» de gas en todas las estaciones de la capital y el sur del conurbano.

En tanto, la distribuidora de Gas Natural Ban (que suministra a la zona Norte y Oeste del conurbano) confirmó a LANACION.com que anoche a las 21 enviaron un comunicado a sus 348 estaciones para que reduzcan el suministro a un surtidor. «No sabemos cuál fue el acatamiento. Esta mañana lo vamos a monitorear», dijo una fuente de la empresa.

Cuando de la consultó sobre cuándo podría revertirse esta situación, la fuente estimó que se pronostica que mañana hará menos frío. «Si las temperaturas suben, bajan las restricciones», indicó.

«Desde anoche hay un faltante, los compañeros nos han ido avisando, y esta mañana va a haber reuniones con los empresarios, que también están preocupados porque si no hay gas no tienen rentabilidad», indicó a DyN un vocero del Sindicato de Peones de Taxis.

Según el portavoz, «no va a haber un servicio de acuerdo con las necesidades, se van a acumular los pasajeros en las esquinas».

«Esta mañana tenemos una reunión en la sede del sindicato, para evaluar si elevamos alguna protesta inmediata. Los propietarios también van a reunirse», prosiguió.

LA NACION informó hoy que el sistema de gas entró ayer en colapso: la presión de los gasoductos cayó un 25%, según estimaciones de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrica SA (Camesa).

En términos concretos esto significó cortes en casi todas las estaciones de servicio de gas natural comprimido (GNC) de la Capital Federal y del Gran Buenos Aires, así como en un centenar de domicilios.

La crisis energética: ayer hubo algunos cortes aislados
La electricidad que vino de Brasil y de Uruguay alivió la jornada

Se intensificaron las importaciones al nivel más alto del año; preocupación de los industriales de la UIA

Salió el sol y trajo cierto alivio. Subió ayer levemente la temperatura y la sensación térmica, no falló ninguna máquina en la hora pico y se eludieron, así, crujidos en el sistema eléctrico de generación, algo que no se había podido evitar anteayer. Existieron, sí, apagones puntuales y momentáneos en el sistema de distribución por saturación en los cables, inconvenientes que ocurren cada vez con más frecuencia en la Argentina.

El Gobierno estuvo algo más tranquilo. «Toquemos madera. No podemos tener tanta mala suerte», se oyó ayer en un despacho oficial. Se intensificó la importación de electricidad de Brasil a 645 megavatios, el nivel más alto del año, y se sumaron 520 más desde Uruguay.

Se incorporó todo lo que pudiera producir algo de energía, incluso una vieja usina de Maldonado, Uruguay, que opera con combustibles líquidos y a un costo que suele ser hasta cuatro veces superior que el que impera en el mercado mayorista argentino. «¿Sabe lo que haría yo si usted me diera ese precio?», dijo con sorna, al anochecer, un ejecutivo de una generadora con operaciones en el país.

Lo cierto es que la noche se pudo pasar sin problemas graves. En el Gobierno volvieron a cuidarse en todo momento de la semántica: a ningún funcionario, en todo el día, ni en público ni en privado, se le escapó la palabra crisis . Y el presidente Néstor Kirchner omitió alusiones al tema en su extenso discurso pronunciado durante un acto por obras en Entre Ríos, en la Casa Rosada.

No hay, además, un solo documento de Cammesa, la administradora del sistema eléctrico, con frases alarmistas, porque todas las gestiones se hicieron por teléfono. Se evitó incluso la declaración de emergencia energética , una figura que otorga ciertas licencias legales a la hora de cortar.

Y se estuvo, desde temprano, llamando a las grandes empresas desde el Ministerio de Planificación Federal, con una orden ya conocida en el sector: Bajen la carga . «Bajar la carga» quiere decir, en la jerga energética, consumir menos. Se alcanzó entonces un pico de demanda de 18.036 megavatios a las 19.25, algo menos que anteayer, antes de los apagones.

Los heridos de la jornada no fueron entonces muchos hogares, sino gran parte de la industria. Se habló ayer del tema, sólo en privado y de manera aislada, durante la reunión habitual de la Unión Industrial Argentina (UIA). Aunque la preocupación haya dejado escapar alguna queja. «Estamos todos desconcertados con el tema del frío -dijo a LA NACION un dirigente fabril-. Esto se suma a las incertidumbres en la cuestión laboral. Hay que hacer inversiones, pero cada vez cuesta más firmarlas».

Tanto Edenor como Edesur, las dos distribuidoras más grandes del país, hablaron de cortes puntuales. «Tuvimos una jornada normal de operaciones -dijeron en una de ellas-. Siempre tenés alguna restricción». Lo sufrieron barrios de la Capital Federal y el conurbano bonaerense.

Inquietud

Cerca de las 16, un inconveniente alarmó a todos: se cayó una línea de 500 kW entre Salto Grande y Santo Tomé, lo que produjo apagones de no más de media hora en algunas áreas del Litoral.

De todos modos, la gran inquietud siguió siendo la escasez de gas. Un ejecutivo de la española Endesa, operadora de Central Costanera, se tomó 24 horas para devolver la acusación oficial hacia la compañía, que había sido señalada anteayer, desde la Secretaría de Energía, como reticente a invertir. Había mal humor entre los españoles y el directivo dijo a LA NACION: «No es que nosotros no tengamos disponibilidad de energía. Central Costanera tiene 1370 MW disponibles, pero sólo 520 MW despachados. ¿A que no sabe por qué? Porque no tenemos gas».

Desde la Secretaría de Energía volvieron a criticar. «De las siete máquinas que tienen, sólo funciona una y no en toda su capacidad. Eso es falta de mantenimiento. No es cierto lo del gas porque, con excepción de una, la mayoría puede arrancar con fuel oil». La discusión puede ser interminable: Endesa se encargó también de recordar ayer que la línea que permite la importación desde Brasil era una inversión propia.

Mientras tanto, las distribuidoras no quieren que nada las sorprenda ni sorprender. Por eso Coopelectric, la cooperativa de Olavarría, emitió ayer un comunicado titulado Estado de alerta . Decía: «Las empresas distribuidoras están en estado de alerta para resolver esta situación, en caso de que nuevamente, ésta o las próximas noches del invierno se reitere la orden de reducir la demanda de energía, al porcentaje que se ordene». Agregó, entonces, que estaba analizando reducir el alumbrado público en el casco urbano de la ciudad.

Y la Empresa de Energía de Entre Ríos (Enersa) advirtió a la agencia oficial de noticias Télam la posibilidad de que se aplicaran cortes rotativos en distintas localidades. Los inconvenientes, dijo, «están relacionados con el abastecimiento de energía eléctrica y no con la distribución […]. De reiterarse esta situación, los cortes pasarían a ser rotativos».
Fuente: La Nación.com.ar

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