«Se prevé total normalidad en el abastecimiento (de gas) de los clientes residenciales y comerciales de la zona central de nuestro país, tal como ha acontecido desde que comenzaron las restricciones en los envíos en 2004».
Así de categórica fue la Comisión Nacional de Energía (CNE), que ayer tomó contacto con sus pares argentinos para monitorear la evolución de los envíos de gas al país.
Y es que la ola de frío que se anticipa para el lunes y martes de la próxima semana en la zona central de Argentina, será la situación más grave que enfrentará el sistema energético de ese país, lo que podría repercutir en menores envíos a Chile.
La reparación de una línea de 900 MW que lleva electricidad desde Comahue, en la Patagonia, y la entrada o no en funcionamiento anticipado de la central nuclear de Embalse (640 MW), pueden ser las variables que alteren la ecuación hacia cortes más dramáticos o no, dijeron expertos argentinos.
No obstante, la Comisión Nacional de Energía (CNE) anunció la entrada en operaciones (ayer) de la central eléctrica Embalse, lo que ayudará a liberar gas destinado a la generación eléctrica.
A esto, dijo, se suman las importaciones de energía eléctrica que Argentina está realizando desde Brasil y Uruguay, con una importación de alrededor de 450 MW diarios, respectivamente, más restricciones gasíferas a las industrias.
Las autoridades chilenas, encabezadas por el ministro de Energía, Marcelo Tokman, volvieron a insistir en «la voluntad explícita de la autoridad argentina» para el envío de gas residencial y comercial.
De esta manera, se destacó que durante el miércoles 23 de mayo los envíos de gas a la zona central de Chile bordearon 1,8 millón de metros cúbicos, volumen suficiente para cubrir la demanda del sector residencial y comercial.
Máxima capacidad
Para hoy, en tanto, se prevé que esta demanda también sea cubierta sin contratiempos.
Sin embargo, para expertos argentinos Chile va a experimentar problemas crecientes en el suministro.
Y es que Argentina está a su máxima capacidad de producción energética.
«No hay ninguna posibilidad de aumentar la oferta» de manera significativa en el corto y mediano plazo», dijo a «El Mercurio» Dardo Ferrer, economista del centro CERX entrevistado en Buenos Aires. «El gobierno sigue una política de racionamiento, de racionalizar la demanda vía precios en los sectores industriales y comercio de alto consumo», aseguró.
Y ello ocurre, añadió, en un marco en el cual el autoabastecimiento está garantizado sólo para 8 o 9 años. En cuanto al gas boliviano, la situación es decepcionante: «Hasta ahora, Bolivia sólo garantizó la provisión a Brasil y no a Argentina, por un lado. Y por otro, las obras para traer más gas desde el Altiplano avanzan a paso de hormiga», sentenció.
En coincidencia con Ferrer, Jorge La Peña, titular del Instituto Argentino de la Energía «General Mosconi», dijo que «Chile va a sentir problemas crecientes, como también lo siente la demanda argentina».
Cancillería seguirá diariamente la situación
No sólo la autoridad energética de Chile está monitoreando de cerca los envíos de gas argentino. El canciller Alejandro Foxley aseguró que «nuestra embajada está haciendo un seguimiento de esto en Buenos Aires día a día».
El secretario de Estado aseguró que se mantiene un contacto con las autoridades trasandinas, «pero la información que se obtenga va a ser compartida, desde luego, con la Cancillería chilena, pero quienes deben ejecutar y tomar decisiones son quienes están en la Comisión Nacional de Energía, Ministerio de Energía, y al final, desde luego, la Presidenta de la República».
En todo caso, tras participar en el Consejo de Política Exterior, Foxley dijo que «la relación con Argentina tiene que ir más allá del problema del gas. Está en el interés estratégico de Chile que la relación fructifique».
El «plan B» si no hay gas
El suministro residencial como primera prioridad, luego los hospitales y las cárceles, y en cuarto lugar la generación eléctrica. Este es el orden en que se distribuirá el stock de gas natural que mantenga el país en caso de un corte total del suministro desde Argentina que sea más prolongado que los episodios vividos hasta ahora, y que forma parte de un plan de emergencia contenido en la resolución 754 de la CNE.
Esta estructura incluye, además, la formación de un comité de crisis integrado por las generadoras eléctricas, el Centro de Despacho Económico de Carga (CDEC) del Sistema Interconectado Central (SIC), representantes de la Comisión Nacional de Energía y las distribuidoras de gas residencial.
Además, en caso de corte total, Metrogas operaría con propano-aire obtenido de sus dos plantas de respaldo en Santiago, el que alcanzaría sólo para uso de las duchas y cocinas, aunque quedará a conciencia de los usuarios.
Fuente: El Mercurio