La nacionalización de los hidrocarburos cumple mañana su primer año sin haber logrado que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) se ponga a la altura del cambio.
Las presiones regionales y la inestabilidad interna (cuatro presidentes en poco más de un año) de la estatal petrolera la alejaron de su objetivo inicial.
El ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas, y el presidente de YPFB, Guillermo Aruquipa, reconocen que YPFB resignó su objetivo de convertirse en una entidad corporativa porque las regiones insistieron en quedarse con gerencias y vicepresidencias dispersas por todo el país.
Por otro lado, la estatal petrolera no logró controlar totalmente la cadena de los hidrocarburos. Sólo tres de los seis puntos del negocio están en sus manos (ver cuadro de la derecha). Para controlar los restantes, el Gobierno está en negociación para recuperar el control accionario de las refinerías, del transporte y de las capitalizadas petroleras.
YPFB controla, pero aún no participa en el eslabón de la exploración y explotación. Está negociando la compra de acciones con las capitalizadas Andina y Chaco para entrar al negocio.
Aruquipa explicó que el 20% del área de los hidrocarburos está asignado a la exploración de las empresas que operan en Bolivia y que, del restante 80 por ciento, se reservará un 5% para YPFB.
Sin embargo, reconoció que «por las condiciones económicas de YPFB y porque se trata de inversiones de alto riesgo, para explorar la empresa estatal va a tener que hacer consorcios o sociedades con otras empresas».
Para el transporte de los hidrocarburos, que es el siguiente punto de la cadena, Yacimientos no cuenta con logística ni infraestructura, reconoció Aruquipa.
Además, para el transporte tiene pendiente conseguir la mayoría accionaria de Transredes.
El siguiente eslabón es el de las refinerías, que aún están en manos de la brasileña Petrobras, pero que el Gobierno pretende controlar desde mañana. Para eso, está en negociaciones.
El almacenaje, la distribución y la comercialización sí están en manos de la petrolera.
Pero, ¿YPFB estará en condiciones de encarar el desafío? El ministro Villegas dice que «se han tomado las precauciones del caso, va a enfrentar todo esto. Vamos a considerar también que esto es un proceso».
Villegas considera que se ha logrado la verdadera recuperación de los hidrocarburos.
Indicó que ahora el monopolio está en manos de YPFB y, en consecuencia, la empresa estatal controla los volúmenes de producción de exportación, los precios internos y externos.
«Asimismo, con los contratos de operación suscritos, YPFB será también el único responsable de pagar al Estado las regalías, el IDH (Impuesto Directo a los Hidrocarburos) y la participación a YPFB», señaló Villegas.
También destacó el hecho de que este primer año se hayan firmado los contratos de operación con las empresas petroleras, lo cual consolida la nacionalización y ratifica la política y estrategia energética del país.
«Esto permitirá una política agresiva de exploración y producción y desarrollo, que es lo que el país necesita», apuntó el Ministro de Hidrocarburos.
Para encarar el desafío, YPFB cuenta con el dinero de las participaciones pagadas por los campos San Antonio y San Alberto, producto de la nacionalización.
Esos ingresos llegan a un promedio de US$ 30 millones por mes, durante un año, es decir, llegarán a unos
US$ 360 millones, aunque hay que tomar en cuenta que de ese dinero salieron los recursos para pagar el bono Juancito Pinto.
Pero, YPFB tropezó no sólo con las duras negociaciones con las empresas petroleras, sino con sus propios problemas internos.
El analista Franceso Zaratti expresó «la discutible gestión de YPFB, que cambió cuatro presidentes en un año, dando una imagen de vuelta al pasado».
Jorge Alvarado, Juan Carlos Ortiz, Manuel Morales Olivera y Guillermo Aruquipa ocuparon la presidencia de la estatal.
El primero se fue acusado de presuntas irregularidades en un contrato, el segundo salió por presiones internas y el tercero por el escándalo de los errores en la redacción de los contratos.
A un año del decreto
Inversiones: Otro logro, a un año de la nacionalización, son las inversiones que se realizarán para tener volúmenes adicionales de hidrocarburos, líquidos y gas. Se estima que las mismas estarán entre los US$ 3.500 y 4.000 millones en los próximos tres años, según explicó el ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas.
Compromisos: Estas inversiones deben asegurar que hasta el año 2010 se tenga volúmenes nuevos de producción de hidrocarburos que aseguren los compromisos que Bolivia tiene, ante el aumento del consumo del mercado interno, el mercado externo y particularmente para cumplir con el compromiso de venta de gas que se tiene con Argentina.
Fuente: La Razón