Confirmado el inicio de obra en octubre del caño principal del Gasoducto del NEA, los gobiernos de la región deben resolver y gestionar, la forma de extender la redes subtroncales para abastecer a las capitales provinciales, Formosa, Resistencia, Corrientes y Posadas. Ninguna provincia, en forma aislada resolverá el problema. El gasoducto comienza en Bolivia, entra a la Argentina por el nordeste de Salta hasta ingresar por el oeste de Formosa hasta llegar a Las Lomitas, y de allí baja hasta Sáenz Peña (Chaco) y finalizará en San Jerónimo (Santa Fe), corazón de la provincia de Santa Fe. Sólo un proyecto con visión regional y racional, podrá resolver la llegada del fluido a las capitales del NEA, donde la promoción de pymes que cuenten con energía abundante y barata es el camino para resolver a futuro el crónico problema de la desocupación. En el caso concreto de Resistencia y Corrientes deben afrontar una obra de derivación desde la ciudad de Sáenz Peña (Chaco) hasta Corrientes, casi 200 kilómetros. Por su parte, Formosa, tendrá un tramo similar (desde Las Lomitas en el oeste provincial) para conectar a la ciudad capital. Finalmente, Posadas, deberá optar entre llevar fluido desde el sur de la provincia de Corrientes o hacerlo a través de la costa del río Paraná, por medio de una derivación del ducto que llegará a la capital correntina.
Fuente: El Comercial, Formosa, Argentina.
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