La batalla por adquirir al gigante eléctrico español Endesa SA se pone al rojo vivo a medida que las ofertas aumentan en valor y nuevos postores entran al ruedo. Pero probablemente la llave que le abra la puerta al vencedor esté en manos de los reguladores, políticos y abogados, no de los accionistas.
Ayer, la alemana E.On AG volvió a elevar su oferta por Endesa a 40 euros por título, lo que valora a la empresa española en 42.320 millones de euros, unos
US$ 56.240 millones. La oferta fue respaldada por la junta directiva de la española.
En febrero, E.On había ofrecido 38,75 euros por acción. Hace poco más de un año, E.On lanzó su primera oferta de adquisición que valoraba a Endesa en unos
US$ 38.500 millones. La intención de los alemanes es ampliar su alcance en el sur de Europa y Sudamérica.
La nueva oferta de E.On es una respuesta a la creciente amenaza que representan la compañía italiana de servicios públicos Enel SpA y el conglomerado español Acciona SA.
El dúo emitió un comunicado ayer en el que asegura que, en caso de que la propuesta alemana fracase, realizará una oferta conjunta de al menos 41 euros por título. Esto valora a Endesa en unos US$ 57.650 millones.
Los inversionistas, algo confundidos con los sucesos, parecen concordar en una cosa: la batalla está lejos de terminar. Ayer, las acciones de Endesa cerraron en 40,06 euros en la Bolsa de Madrid, un alza de 3,7% frente al viernes. «No creo que se haya dicho la última palabra y probablemente veremos más novedades sorpresivas», dice Theo Kitz, un analista del banco Merck Finck & Co., en Munich.
El papel de las autoridades
Lo que no está claro es si la legislación de España permite que Enel y Acciona lancen una oferta formal de adquisición. Las autoridades bursátiles españolas dijeron el viernes que Enel y Acciona tienen que esperar al menos seis meses para lanzar una propuesta de compra.
Pero después de que ambas anunciaran ayer detalles de su oferta conjunta, los reguladores dijeron que hoy darán a conocer una nueva decisión al respecto. Este fallo podría ser crucial para las perspectivas de éxito de E.On.
Ahora que todos los ojos estarán puestos en las autoridades bursátiles, es posible que se ponga en duda todo el sistema de regulación de España. El gobierno español está revisando las leyes de adquisición y podría aprobar pronto todo un conjunto de estatutos nuevos, tal vez incluso esta semana. No está claro qué efectos podría tener sobre el resultado de una de las batallas de adquisición más largas y combativas de Europa.
Desde el principio de esta batalla, la política ha jugado un papel importante. El gobierno español ha tratado varias veces de obstaculizar los esfuerzos de E.On por comprar a la mayor empresa de energía de ese país. Madrid incluso reescribió leyes e impuso condiciones onerosas a la compañía alemana en un intento por encontrar una «solución española» para la propiedad de Endesa.
Querellas en Nueva York
Enel tiene actualmente un 10% de las acciones de Endesa y se ha asegurado la opción de adquirir un 15% adicional. Junto con la participación de 21% de Acciona, ambas compañías tienen suficiente fuerza para impedir la oferta pública de compra de acciones de E.On, cuya fecha de cierre se extendió hasta el 3 de abril en Europa y hasta el 6 de abril en Nueva York.
Los problemas regulatorios que enfrentan Enel y Acciona provienen en parte de la amenaza de E.On de presentar una querella en contra de ambas empresas. La compañía alemana las acusa de incumplir las leyes españolas sobre las ofertas públicas para comprar acciones al divulgar detalles engañosos de su plan de adquisición a los reguladores estadounidenses. E.On ya entabló una demanda en contra de Acciona en un tribunal de Nueva York.
A pesar de todo, la oferta alemana es la única propuesta formal que existe por Endesa. Además, las posibilidades de E.On mejoraron ayer después de que Caja Madrid dijera que vendería su participación de 10% en Endesa al conglomerado energético alemán.
Fuente: The Wall Street Journal