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(Bolivia) El gas entre Brasil y Bolivia

Mar 19, 2007

Brasil es un gigante en relación con Bolivia desde el punto que se mire. Posee un territorio ocho veces más grande, una población 19 veces superior a la boliviana, y un PIB 190 veces más grande que el de Bolivia. Datos que menciono tan sólo para mostrar alguna de las diferencias. Con pretensiones serias de […]

Brasil es un gigante en relación con Bolivia desde el punto que se mire. Posee un territorio ocho veces más grande, una población 19 veces superior a la boliviana, y un PIB 190 veces más grande que el de Bolivia. Datos que menciono tan sólo para mostrar alguna de las diferencias. Con pretensiones serias de colocarse en los próximos 10 años entre las potencias económicas mundiales, tiene la imprescindible necesidad de superar la dependencia del gas boliviano. En menos de una década rompió la cadena de importaciones de petróleo y hoy se autoabastece. Depende de Bolivia en un 50 por ciento para sus requerimientos de gas natural y, por ello, acepta muchas de las exigencias que el país le impone. Pero el presidente de Petrobras anticipó que para 2011, en cuatro años, sólo dependerá de Bolivia en una sexta parte de sus necesidades gasíferas.

Esta sexta parte equivale a aproximadamente los 20 millones de metros cúbicos por día que hoy compra a Bolivia y que se mantendrán relativamente constantes en el próximo lustro, aunque sus necesidades estimadas de gas natural ascenderán a 120 millones de metros cúbicos diarios. Con un mínimo uso de gas natural hace un cuarto de siglo, menor a cuatro millones de metros cúbicos/día, decidió modificar su matriz energética para introducir un mayor uso en su industria. Los esfuerzos que ahora realiza están respaldados por una de las más importantes empresas de hidrocarburos del mundo: Petrobras. Pese a los convenios que tiene con Bolivia para que el abastecimiento sea confiable, no es así como parece percibirse y por eso clama tener paciencia con Bolivia por tratarse de un «país pequeño». La connotación no es la mejor ni la más dignificante, particularmente porque acompaña a la declaración a EFE del 13 de marzo de Sergio Gabrielli de Azevedo, presidente de Petrobras: «Tenemos toda la paciencia posible para administrar las dificultades con Bolivia».

Por sí los esfuerzos brasileños hacia su independencia gasífera quedarán cortos, se conoce que desde el 19 de enero existe un protocolo de intenciones firmado entre los presidentes Chávez de Venezuela y Da Silva de Brasil para desarrollar el primer tramo del Gasoducto del Sur. La primera extensión abarca 5.000 kilómetros, suficiente para llegar a Puerto de Sauipe, a unos 40 kilómetros de Recife. Los estudios de ingeniería se realizarán este año, la construcción se inicia en 2009 y comenzará a operar en el segundo semestre de 2011, con una capacidad de 200.000 barriles diarios de petróleo.

Ni Brasil ni Venezuela se vienen con pequeñeces. Este esquema de cosas presenta a Bolivia disminuida no tanto porque Brasil sea un gigante o Venezuela el más importante productor de petróleo de Sudamérica, sino porque en los negocios que Bolivia emprende muestra poca visión de largo plazo y más le interesa el rédito inmediato.
Fuente: Diario Los Tiempos, Bolivia.

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