Desde hace cinco años la Refinería de Esmeraldas, la más grande del país, trabaja apenas al 85% de su capacidad, en medio del deterioro paulatino de sus instalaciones. La razón es la falta de inversión, pero también de gestión, según autoridades petroleras y expertos del sector.
El presupuesto de inversión de Petroindustrial fue de US$ 45 millones el año pasado, pero solo se cumplió un 40,3% por los largos procesos licitatorios y la falta de recursos, dijo el jefe financiero de la filial, Leonidas Vega.
Según datos oficiales, hace cinco años la producción nacional cubría el 65% de los combustibles que demandaba el país. El saldo se importaba. Actualmente la participación local se ubica en el 53%, pero desde febrero pasado se redujo dos puntos debido a la salida de operación de la unidad de Craqueo Catalítico (FCC) de la Refinería Esmeraldas, que produce gas y gasolina de alto octanaje.
El daño en esta unidad adelantó su reparación, pero no es la única que requiere un mantenimiento urgente.
Según el subgerente de Operaciones de Petroindustrial, Luis Dávalos, la rehabilitación de la planta incluye 33 puntos de intervención para recuperar su capacidad de procesamiento, de 110.000 barriles de crudo/día.
Con el daño de la unidad FCC, hoy en reparación, la producción de gas licuado de petróleo (GLP), que era de 420 toneladas/día, así como de nafta (11.000 barriles/día) se encuentran en cero.
A fines de junio de 2006 se identificó la necesidad de reparar esta planta, dijo el ex ministro de Economía, Diego Borja. Pero su sucesor, Armando Rodas, explicó que la falta de recursos impidió que se concretara la obra. “Lo contradictorio es que hoy los recursos están en el Feiseh, pero no se usan por falta de gestión”.
Ese proceso lleva unos seis meses, pero no existe interés de empresas privadas en participar. En la última licitación, realizada en septiembre de 2006, dos empresas compraron las bases, pero ninguna presentó las ofertas.
De ahí que el titular de Petroecuador, Carlos Pareja Yanuzzelli, declarará en emergencia a la planta para contratar directamente con la fabricante de la Refinería, la japonesa Chiyoda. Pero este tema también se complicó por falta de interés de esta firma. . Por ello no se descarta un miniconcurso con los fabricantes de algunas de las piezas. “No podemos ensayar con gente inexperta”.
Aunque en el presupuesto de este año se ha previsto invertir unos US$ 52 millones en rehabilitar la refinería, el plan debiera incluir una reingeniería de personal, dice Ramiro Gordillo, ex titular de Petroecuador. La planta cuenta con 745 empleados, quienes reciben ingresos por US$ 3.132 mensuales, en promedio.
Según Dávalos, todos son “necesarios en momentos de emergencia”, pero Gordillo cree que solo se necesita la tercera parte.
117 paros en la planta en 2006
En el 2006, la Refinería de Esmeraldas tuvo alrededor de 117 paralizaciones no programadas y emergentes de sus distintas unidades y sistemas. Petroecuador esperaba que en ese año se presentaran solo cuatro, pero los retrasos en la rehabilitación de sus sistemas y equipos pueden determinar una realidad diferente.
Un ejemplo es la falla en el sistema eléctrico nacional interconectado, la cual produjo una nueva paralización el pasado fin de semana. La planta dejó de funcionar y los técnicos de la refinería la habilitaron luego de varias horas.
Según Gustavo Pavón, superintendente de la refinería, es urgente mejorar el control de generación eléctrica, cambiar todo el tramo de captación de agua desde el río hasta la refinería, hacer modificaciones en los trenes de precalentamientos de las unidades de destilación, etc. Petroecuador validó un proyecto en el 2006 para potenciar la refinería y el Congreso aprobó cerca de US$ 127 millones para ejecutarlo. Sin embargo, hasta el momento, dicho plan no se ha desarrollado.
Fuente:El Comercio