Seis días después de que el gobierno anunciara la conformación de un grupo de expertos para estudiar la factibilidad de crear una planta de energía nuclear en Chile, la ministra de Minería y Energía, Karen Poniachik, envió ayer una fuerte señal tranquilizadora a los representantes de las seis agrupaciones medioambientales con que se reunió antes del mediodía.
Poniachik reafirmó en privado y en público que la administración de Michelle Bachelet no contempla impulsar el uso de la energía nuclear durante su mandato.
Así, el gobierno mantuvo su discurso de las últimas semanas y el compromiso que adquirió la mandataria durante la campaña con los grupos ecologistas.
La ministra dio otro paso y, en medio del malestar que expresaron los ecologistas por el uso de fondos públicos para iniciar un estudio sobre el tema energético, informó que el gobierno dispuso este año
$ 3.000 millones para el desarrollo de fuentes de energía renovables no convencionales, como la eólica y la geotérmica.
Si bien el destino de esos recursos era un compromiso de campaña de Bachelet, el punto es especialmente sensible para los ecologistas. Ayer, de hecho, valoraron el anuncio y optaron por frenar las críticas al Ejecutivo.
Las cifras destinadas a ese tipo de fuentes energéticas contrastan con los $ 108 millones que contempla el gobierno para los estudios sobre energía nuclear. Poniachik, además, recalcó que el grupo de expertos encargados de monitorear el tema sólo “hará un análisis” para evaluar el tipo de informes que se requiere y bajo qué condiciones optar por la nucleoelectricidad.
Por el contrario, la ministra sostuvo al termino de la reunión con los ambientalistas que “hay un abanico de programas y de acciones para fomentar el desarrollo de la energía renovable”.
La ministra informó, además, que el gobierno enviará este mes un proyecto al Congreso para fomentar el uso de este tipo de energías.
Reacción ecologista
La directora del programa Chile Sustentable, Sara Larraín, dijo que había abandonado “conforme” la reunión, pues a su juicio, los Acuerdos de Chagual –de no promover la energía nuclear en este gobierno- seguían en pie.
De esta manera, la dirigenta enfatizó que “el gobierno ha apartado un presupuesto de $ 3.000 millones dentro de la línea de energías renovables”.
Larraín explicó que esos fondos serán destinados a efectuar algunos estudios, como los mapas de la geotermia, y a proyectos vinculados al desarrollo de energía eólica y fondos de inversión de Corfo.
La dirigenta añadió que el impasse con el gobierno fue aclarad en la reunión con Poniachik y manifestó que “los $ 108 millones que se van a destinar para estos estudios (nucleares), son para un estudio general, es un estado del arte”.
Fuente: La Tercera