Para enfrentar un año en el que los menores envíos de gas desde Argentina podrían volver más estrecho y más caro el escenario de abastecimiento energético, la ministra de Minería y Energía, Karen Poniachik, anunció ayer que el gobierno encargará una treintena de estudios destinados a fortalecer la seguridad de la matriz energética nacional.
“Este año tenemos contemplado realizar cerca de 30 estudios. Algunos de estos abordarán temas regulatorios y tarifarios de coyuntura, otros apuntarán a elaborar propuestas para el desarrollo de los biocombustibles, la energía geotérmica y las normas de emisión para centrales termoeléctricas, entre otros”, señaló la ministra tras reunirse con el presidente de la Comisión de Minería y Energía de la Cámara Baja, el diputado PPD, Antonio Leal.
Para cumplir con este objetivo, la Comisión Nacional de Energía (CNE), encabezada por Rodrigo Iglesias, destinará $ 1.200 millones para realizar informes de mayor magnitud y profundidad. Habitualmente el organismo ha destinado recursos a estudios externos, sin embargo estos solían ser de menor envergadura a los previstos para 2007.
Algunos de los análisis de mayor costo son el catastro de áreas factibles para la instalación de centrales termoeléctricas, biocombustibles y sobre la situación logística del diesel.
Los recursos destinados por la CNE este año a estudios serán un 60% mayores que en años previos y forman parte del aumento de 35,6% que recibió la Comisión en la partida presupuestaria aprobada por el gobierno el año pasado.
El Ministerio de Hacienda elevó el presupuesto 2007, con el fin de fortalecer las políticas de seguridad energética. Con el mismo fin, entregó 87,7 millones adicionales a la Subsecretaría de Minería para el estudio, exploración y fomento de la geotermia y otros 29,3 millones para la promoción y administración del programa de exploración y explotación de diversos hidrocarburos.
Alternativas
El énfasis en los esfuerzos por diversificar la matriz energética fue destacado por Poniachik tras la reunión con Leal, quien la visitó con el fin de apurar la realización de estudio sobre el eventual uso de la energía nuclear en Chile.
El parlamentario destacó que en los próximos 10 años y al actual ritmo de crecimiento económico la demanda eléctrica subiría en unos 5.000 MW, haciendo viable la alternativa de generación nuclear.
Al respecto, la ministra señaló que sólo una vez que finalicen los análisis que evalúan las distintas alternativas de abastecimiento energético, el gobierno tomará decisiones sobre la factibilidad de avanzar en análisis de este tipo. “Antes de elaborar cualquier informe, debemos realizar un análisis preliminar para determinar cuáles son los lineamientos y los focos en los cuales nos centraremos en una primera etapa y, a partir de sus resultados, en las etapas posteriores”, dijo.
Añadió que primero y en paralelo se “realizará un catastro de qué es lo que se ha estudiado sobre esta materia en Chile y el extranjero y, en base a esa recopilación de antecedentes, se determinará cuáles informes deben actualizarse y cuáles realizarse”, aclaró la ministra.
El parlamentario se mostró satisfecho con la respuesta. “Me voy muy feliz. El gobierno ya está tomando las medidas para que estos estudios se comiencen a realizar”, aseguró. Además detalló que algunas de estas investigaciones serán “licitados, otros los van a hacer organismos, como la actual CNE y se va a trabajar naturalmente con la Comisión de Energía Nuclear”.
Esos estudios analizarán temas legales, de factibilidad, ambientales y económicos sobre qué implicaría instalar por una planta de energía nuclear en el país.
“Hay que tener presente que una planta nuclear, para que sea conveniente, tiene que ser una planta que genere entre 900 MW y 1.500 MW. Hoy día si se instala en algún lugar, en el sur o en el norte, hay que pensar como se transmite esta energía. Ese es uno de los estudios que hay que hacer (…) también hay que hacer estudios de costos económicos, entre otros”, indicó el parlamentario.
Fuente: Diario Financiero.