Las empresas e industrias que consumen gas o de alta demanda energética tienen proyecciones negativas para este año. Señalan que los costos a los que han debido incurrir por las reducciones en los envíos de gas desde Argentina, no han podido ser traspasados a sus productos porque quedarían fuera del mercado.
Uno de los casos específicos es el de Indura. El gerente general, Jaime Castañeda, señaló que el principal efecto es la pérdida de competitividad. “En nuestro caso sólo hemos podido traspasar parcialmente el alza de costos a los consumidores, porque con un dólar tan bajo no podríamos competir con las importaciones”, sostuvo.
El presidente de la Federación de Asociaciones de Industriales Comunales de la Región Metropolitana (Feasin), Héctor Castillo, agregó que el arancel parejo de 6% a las importaciones, no cubre las diferencias con los productos provenientes de países que no cuentan con normativas como las chilenas.
“Los productos que vienen de países con normas ambientales o laborales más débiles, sin certificaciones, o donde el valor de los combustibles está congelado como Argentina (ver recuadro), llegan a precios con los que es difícil competir”, dijo.
Según Feasin, en 2006 los pequeños y medianos industriales asociados a este gremio mermaron su crecimiento en casi 3% por diversos efectos ligados a las reducciones en las importaciones de gas argentino, como el alza en el precio por el tributo impuesto a los envíos en julio; la necesidad de reconvertir al uso de otros combustibles sus instalaciones los numerosos días de cero suministro, así como por impacto en el valor.
“Significó un retroceso de 0,2% del PIB, impacto que este año se repetiría pese a que el escenario energético sería más estrecho, porque la base comparativa ya es mala”, anticipó Castillo.
Castañeda explica que en el caso de Indura, firma que usa el gas natural como materia prima para la producción de gas para soldar, las restricciones derivaron “en la construcción de una planta de gas propano y nuevas inversiones para obtener anhídrido carbónico con una planta que instalaremos en Petrox por US$ 9 a US$ 10 millones”.
“Los márgenes se han visto disminuidos porque hay una inflación de costos no sólo por el gas, sino también por materias primas y servicios encarecidos que ha hecho redibujar la matriz de costos de las empresas”, señaló el empresario metalúrgico Pablo Bosch y añadió “que algo se puede traspasar a los clientes, pero no todo”.
Suministro
La Comisión Nacional de Energía informó ayer que los productores argentinos sostuvieron que las dificultades técnicas que afectaron el miércoles 14 pasado al yacimiento de Aguada San Roque, en Neuquén, estarán resueltas hoy, retomando la plena producción. Durante el fin de semana fueron inyectados por Gasandes unos 1,5 millones de metros cúbicos, lo que permitió sólo abastecer el sector residencial-comercial.
Argentina congela precios a industrias
El gobierno de Néstor Kirchner decidió prorrogar el congelamiento en los precios que cobran las petroleras por abastecer de gas al sector industrial argentino. La extensión se decretó hasta mayo de este año ante las desavenencias entre las partes para llegar a un acuerdo, según informó El Cronista.
Las negociaciones comenzaron en diciembre de 2006, cuando vencieron gran parte de los contratos directos entre las petroleras y las empresas. Sin embargo no ha habido consenso ya que las industrias estiman que los nuevos valores son muy altos y no garantizan la seguridad del suministro.
La prensa argentina asegura que el aumento de precios sería de al menos 50%. Las industrias argentinas representan el 35% de la demanda total por gas.
Ante ese panorama, el secretario de Energía, Daniel Camerón, realizó intensas gestiones con Total Austral, Pan American Energy, Repsol YPF Wintershall y la estatal chilena Enap, cuya filial Sipetrol opera en ese país, para que aceptarán la prórroga.
Fuente: Diario Financiero