El ministro de Hidrocarburos de Bolivia, Carlos Villegas, confirmó el martes el encuentro que sostendrán el próximo 14 de febrero los Presidentes Evo Morales y Luiz Inacio Lula da Silva de Brasil para negociar el precio del gas.
La reunión estaba en duda debido a las divergencias que se generaron entre ambas naciones, pues el propio presidente boliviano Evo Morales señaló que no es posible que Brasil continúe pagando un menor precio por el gas natural.
«Espero que el presidente Evo Morales pueda confirmar su visita a Brasil para tratar de todos los temas de nuestra amplísima agenda bilateral y de la entrada de Bolivia al Mercosur», señaló el canciller brasileño Celso Amorim.
La posibilidad de que se suspenda el envío de gas a la vecina nación ahondó más las divergencias pues se bloquearía el suministro a una planta termoeléctrica que abastecerá de energía al estado de Mato Grosso en marzo, aunque la estatal brasileña Petrobras no participa de ese ramal.
En caso de viajar a Brasilia, Morales llegará decidido a reafirmar las exigencias que planteó durante la última Cumbre del Mercosur, en enero. «No es posible que estemos vendiendo por US el millón de BTU (unidad térmica británica) a la Argentina y por US,90 a Brasil», le enrostró Morales en aquella ocasión a Lula.
Una semana después, el brasileño utilizó el foro de Davos para responder. «Morales tiene el derecho de nacionalizar el gas. Lo que Brasil debe hacer es pagar un precio justo».
No obstante, Petrobras, la estatal responsable directa de la negociación de precios, amplió el desentendimiento al afirmar la semana pasada que no está dispuesta a negociar esos valores.
Brasil paga dos precios por el gas boliviano. Uno, el apuntado por Evo Morales, de US,90 el millón de BTU, referido al estado de Mato Grosso; el otro, de US, por el enviado a Sao Paulo.
Petrobras y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) habían acordado, en diciembre pasado, dejar de lado el tema de los precios en pos de una «agenda positiva», que incluía nuevas inversiones de la petrolera brasileña en territorio boliviano.
El Gobierno de Lula se mantuvo atento en las negociaciones de las petroleras e incluso acordó con Bolivia otra serie de beneficios, entre ellos, financiación para proyectos de reforma agraria.
Fuente: Erbol/Agencias, Bolivia.