La cruzada ecológica que desde hace meses sacude al estado de California daba ayer un nuevo paso tras la aprobación de una ley que prohíbe a las compañías eléctricas generar o comprar energía procedente de cualquier fuente contaminante o que pueda dañar el medio ambiente. La nueva regulación, que entrará en vigor a partir del 1 de febrero, fue aprobada por mayoría por la Comisión de Servicios Públicos del estado en un intento de acabar con las plantas térmicas que obtienen electricidad a partir de la quema de carbón.
Más barato que otro tipo de combustibles, este mineral genera, sin embargo, en su combustión altos niveles de dióxido de carbono, principal causante de las emisiones de efecto invernadero culpables del calentamiento global. La intención última de la comisión es que el carbón sea sustituido por otras fuentes de energía limpia, como las placas solares o el gas natural.
Con la aplicación de la nueva ley se espera también reducir el índice de emisiones nocivas a la atmósfera porque, si bien California no cuenta con ninguna planta térmica que utilice este procedimiento, más del 20% de su energía sí procede de empresas contaminantes ubicadas en otras partes de EE.UU.
Ejemplo para el país
Además de su función ecológica, la normativa espera motivar a otros estados a seguir el ejemplo de California, que desde el año pasado se ha acogido a varias regulaciones destinadas a combatir el cambio climático. “Este medida podría ayudar a que otros estados sigan el ejemplo y decidan cambiar la energía contaminante por una energía limpia”, aseguró a la prensa Jim Metropulos, presidente de la asociación ecologista Sierra Club.
El entusiasmo de los grupos ecologistas no es compartido, sin embargo, por las empresas eléctricas, que aseguran que la medida no tiene en cuenta el bajo porcentaje de electricidad que se genera a partir del carbón. Por si fuera poco, las compañías acusan a la comisión de “poco realista”, ya que “este tipo de leyes tienen un efecto nulo si el resto de los países del globo no adoptan medidas similares”, dice Luke Popovich, miembro de la Asociación Nacional de empresas Mineras.
Con las dos versiones enfrentadas, todo parece indicar que el gobernador Arnold Schwarzenegger seguirá imparable en la lucha contra la contaminación, que lo ha llevado incluso a enemistarse con las tintorerías de su estado después de prohibir un agente químico utilizado en todos los servicios de limpieza en seco del país. También ha demandado a empresas del automóvil por las emisiones de los coches.
Fuente: La Voz de Galicia.