Dos años de intenso trabajo en mejoras operacionales, mantenimientos y fuertes inversiones en reforzamientos a las redes de media tensión permitieron al grupo de distribución Saesa -controlado por PSEG- saldar la “deuda” que mantenía con sus clientes residenciales e industriales de la VIII a XI regiones.
Haciendo caso omiso a los rumores de venta que en 2006 rondó a la firma (tras la fallida fusión entre las estadounidenses Exelon y PSEG), continuó trabajando en elevar los índices de calidad y servicio del suministro eléctrico, que hasta el año pasado la mantenían en el fondo del ranking que realiza la superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC).
“2006 ha sido un año de muchos logros y avances en todos los frentes. Y si hubiese que destacar algo, sin lugar a dudas, han sido las mejoras en materia de calidad de servicio, tanto en la atención de clientes como en todos los indicadores que monitorea la SEC”, resume Eduardo Novoa, gerente general del grupo de distribución que agrupa a las filiales Saesa, Frontel, Luz Osorno y Edelaysén.
Estas mejoras son el resultado de un plan de inversiones por US2 millones que se destinaron a refuerzos de líneas, ampliaciones de capacidad en media tensión, y mantenimientos de instalaciones, todo ello, acompañado además de un trabajo realizado con la comunidad, a través de los denominados Paneles de Clientes.
Explicó que tras este “salto” que han dado en calidad de servicio y atención al cliente, vienen desafíos: continuar mejorando los índices y responder a los altos crecimientos de demanda eléctrica que exhibe el sur de Chile.
Para ello, el plan de in- versiones para el quinquenio 2007-2011 alcanza los US30 millones, de los cuales, US2 millones se desembolsarán a 2008 en una cartera de proyectos a definir.
Lo que sí ya está claro que una de la iniciativas clave será aumentar desde los 47 MW hasta los 78 MW en 2011, la capacidad de las redes de distribución eléctrica hacia Chiloé, ciudad que cuya demanda crece a una tasa anual de 10,5% impulsado por diversos proyectos acuícolas.
Las mejoras
Volviendo a la calidad del suministro, Novoa agregó que haber salido de los últimos lugares del ranking les da la satisfacción del “desafío cumplido”, porque tanto la frecuencia de interrupciones del suministro eléctrico como el tiempo de éstos disminuyeron ostensiblemente en las zonas rurales y urbanas, encontrándose hoy todos bajo el rango que exige la ley. Así, por ejemplo, en las zonas urbanas Luz Osorno bajó 76,9% los tiempos de interrupciones al pasar de 27,49 horas al año en 2005, hasta 6,36 horas al año en 2006. En términos de frecuencia los cortes bajaron desde las 11,3 veces al año en 2005 hasta 2,04 veces en 2006.
Fuente: Diario Financiero.