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(Chile) Hidroaysén: El choque de dos mundos

Ago 13, 2007

* La necesidad urgente de levantar nuevas centrales, debido a las tasas de crecimiento que está experimentando el país, chocan con los requerimientos de los grupos ecologistas, que ven en ellas una fuente de destrucción de los ecosistemas. Sin embargo, aún no se ha podido desarrollar una alternativa más limpia y barata que la hidroelectricidad.

Una tensa calma pesa sobre Cochrane y Tortel, poblados de la XI Región, pues se avecinan cambios importantes para los habitantes. Bien lo saben ellos, luego de que se diera el vamos al megaproyecto hidroeléctrico más importante y de mayor envergadura que se haya planeado en Chile.

Y es que desde Ralco, iniciativa fuertemente apoyada por el Gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, no se ha pretendido levantar una central de las magnitudes de Hidroaysén, iniciativa que será llevada a cabo por medio de la sociedad de Endesa Chile y Colbún, la que supondrá una inversión superior a los US.500 millones y que contará con una capacidad instalada de 2.750 MW.

Es justamente por estas dimensiones, que tanto el pueblo de Cochrane como el de Tortel siguen de cerca esta iniciativa. Es así, como un porcentaje los habitantes de la zona se oponen férreamente a la iniciativa, viendo en ella una instancia por medio de la cual, su existencia podría llegar a cambiar de manera radical. Sin embargo, no son los únicos que danzan al compás de Hidroaysén, ya que como existen detractores, también existen pobladores que ven en la megacentral una posibilidad no sólo de progreso, debido a la población flotante que arribará para la construcción de la misma, sino que también como una fuente laboral sin parangones dentro de la historia de la localidad.

Pero lo relevante, de todo ello, es que la fin y al cabo, la ciudadanía de Cochrane, sabe que la megacentral será levantada, con o sin su apoyo, más allá de las aprehensiones que tengan o los deseos de que se concretice. Ello, ya que entienden que las necesidades energéticas por las cuales está atravesando el país, a causa de los innumerables cortes de gas desde Argentina y los problemas que acarrean las sequías pluviales en la matriz energética, requieren de soluciones de gran envergadura, como la que propone Hidroaysén.

En esta línea, para muchos no fue un hecho aislado el que la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, fuera personalmente a la inauguración de la nueva central hidroeléctrica de Colbún, Quilleco, un acto que no ocurría justamente desde el Gobierno de Frei Ruiz-Tagle. Hecho que se vio reforzado con la presencia, debido a que acompañaron a la Presidenta, no sólo el ministro de Energía, Marcelo Tokman, sino que también el de Hacienda, Andrés Velasco.

El proyecto

Ahora, con respecto al proyecto en sí, este considera la construcción de dos centrales en el río Baker y tres en el río Pascua, medida ante la cual la filial de ambas generadoras, Hidroaysén, modificó la zona inundable original, pasando de 9.300 hectáreas a 5.910 hectáreas, lo que significa una reducción del orden de un 36,5%. Cabe destacar, que del actual número de hectáreas a inundar, 1.900 corresponden a la superficie de ambos ríos.

Asimismo, la compañía aclaró, que el monto de inversión originalmente estipulado, de unos US.430 millones, se verá afectado justamente por el aumento en la cantidad de centrales y la reducción de la zona a inundar, pero sin embargo, no especificó el nuevo monto. Además, la compañía no aclaró la manera en que financiará dicha inversión.

Con respecto al inicio de las obras de cada una de las centrales, el gerente general de la empresa, Hernán Salazar, afirmó que la primera de ellas, Baker 1, será levantada a partir del primer trimestre de 2009 (con una capacidad instalada de 660 MW), luego vendría Pascua 2.2 (500 MW) en 2011, Pascua 2.1 (770 MW) en 2013, Pascua 1 (460 MW) en 2015 y finalmente Baker 2 (360 MW) en 2017.

Asimismo, está estipulado que Hidroaysén realice un aporte al Sistema Interconectado Central (SIC) de aproximadamente unos 18.430 GWh/año, lo que representaría alrededor de un 20% de la demanda de ese sistema hacia fines de la próxima década.
Por otra parte, la compañía afirmó que tiene estipulado presentar el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto, ante el SEIA, en el primer trimestre del próximo año. Es así, como Salazar señaló que “el desarrollo del EIA presenta un estado de avance de un 40%”.

Con respecto al avance de la otra arista de la iniciativa, la línea de transmisión eléctrica, Salazar manifestó que “el EIA del proyecto de transmisión de energía, le corresponde a la empresa que se adjudicó la concesión del mismo, o sea a Transelec, por ende, son ellos quienes deben entregar esas respuestas”.

Tema no menor, si se considera que muchos de los lugareños tienen mayores aprensiones justamente con los peligros y la ubicación de las torres de alta tensión, más que con la megacentral en sí. Esto, ya que consideran que la geografía y topografía de los terrenos por donde pasaría la línea de transmisión, son un tanto inhóspitos y nunca han sido intervenidos para dichos propósitos.

El factor ecologista

En esta línea, agrupaciones ecologistas de la zona, esgriman el impacto que tendrían las torres de alta tensión en el paisaje de la zona, como en el desarrollo turístico futuro, con la consiguiente desvalorización que tendrían los terrenos, por donde se planifique su trazado en el mediano plazo.

Ahora, con respecto a la megacentral, para la comunidad, el principal escollo en la zona a ser inundada. Principalmente, debido a la desaparición de bosque nativo, especies endémicas y el perjuicio a actividades económicas sustentables, como el turismo y la ganadería.

En este sentido, la Hidroaysén, afirmó que aún no tiene un estudio acabado de la zona que será inundada, por lo cual, no posee una estimación definitiva de lo que sería realmente inundado. Sin embargo, la empresa aclaró que ello quedaría estipulado finalmente en el EIA que presentarán el próximo año, y que será informado a la comunidad en su debido minuto.

Pero sin lugar a dudas, una de las quejas más recurrentes de la ciudadanía, es el desconocimiento absoluto, según ellos, que se tiene del proyecto. Ello, ya que afirman que Hidroaysén no ha entregado toda la información necesaria, como para comprender la magnitud del proyecto y cómo este afectará al medio ambiente de la zona.

Sin embargo, la necesidad de generar más energía, debido al crecimiento económico que está experimentando el país, es algo irrefutable. En este sentido, propuestas como la utilización de ERNC, van en la línea correcta, pero se debe considerar que son energías más caras y que no lograrían abarcar más allá del 15% de la matriz energética. Asimismo, está el tema de la contaminación ambiental, factor que se ve potenciado con la generación por medio de carbón y diésel.

Por último, está la energía nuclear, hecho bastante más sensible que el desarrollo de represas, más aún si se toma en cuenta el alto nivel sísmico de Chile. Es por lo mismo, que el desarrollo de energía barata y limpia, como la hidroelectricidad, no sólo es necesaria, sino que es imperante al tomar en cuenta que es el recurso energético por excelencia del país.
Fuente: Estrategia.

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