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(Mundo) Ford acerca a la realidad el sueño del hidrógeno

Dic 11, 2006

Los vehículos híbridos, que combinan la potencia que produce un motor de gasolina con la que brinda uno o más motores eléctricos, los que se impulsan con motores diesel, los que se mueven con etanol o con mezclas con un alto porcentaje de alcohol y los que funcionan con bio-diesel, un combustible con alta presencia […]

Los vehículos híbridos, que combinan la potencia que produce un motor de gasolina con la que brinda uno o más motores eléctricos, los que se impulsan con motores diesel, los que se mueven con etanol o con mezclas con un alto porcentaje de alcohol y los que funcionan con bio-diesel, un combustible con alta presencia de productos orgánicos, no son otra cosa que alternativas para reducir de alguna manera nuestra dependencia de la gasolina, dependencia que implica al mismo tiempo problemas de orden político y económico.

Sin embargo, más allá del relativo éxito de los autos híbridos japoneses, y de la arremetida de los diesel europeos, aún hay mucho trecho por recorrer en esto de los combustibles alternativos, materia en la que, a decir de los expertos, la palabra final la tiene el hidrógeno.

Y aquí llegan las buenas noticias, porque Ford Motor Company, con el apoyo financiero del Departamento de Energía de los Estados Unidos, exhibió en el Auto Show de Los Angeles el primero que sale a la luz pública, de una serie de vehículos movidos por hidrógeno, que pretende desarrollar en el curso de los próximos años.

Se trata de una Explorer capaz de recorrer 350 millas con un solo tanque de combustible, distancia que de entrada es muy superior a la que haya podido lograr hasta hoy cualquier otro vehículo de su categoría.

A este Explorer le impulsa un avanzado sistema eléctrico de propulsión en las cuatro ruedas, alimentado por un tanque de hidrógeno que se ubica en el espacio tradicionalmente ocupado por la transmisión automática de 6 velocidades que equipa a la Explorer de gasolina que hay en el mercado. Esta localización hace posible aumentar la capacidad del tanque y con ello la autonomía, que es superior a la de un vehículo corriente, que con un tanque de gasolina de 14 galones, recorra 18 millas por cada galón.

Además del de autonomía, Ford se ha propuesto romper con esta Explorer una serie de marcas mundiales, y lo ha logrado.

En un período de 24 horas, recorrieron con ella 1.556 millas, algo que nunca antes se había conseguido a bordo de un vehículo a hidrógeno. De hecho, los ingenieros del Centro de Desarrollo de Ford en Dearborn han manejado el vehículo por más de 17.000 millas a lo largo de un año, sin ningún contratiempo serio.

Este vehículo de hidrógeno será el primero de la serie que Ford viene desarrollando con el apoyo del Departamento de Energía, pero está lejos de ser el primer experimento de la marca en este campo, ya que desde comienzos de la década de los 90 han estado trabajando en eso. En el año 2001, conocimos el primero de sus vehículos con célula de hidrógeno, basado en una plataforma de sedán ligero, con muchos componentes de aluminio para reducirle el peso. Este vehículo le sirvió también a Ford para desarrollar su primer motor de combustión interna con hidrógeno como combustible.

Ya son treinta los vehículos de la flota a hidrógeno con la que Ford está conduciendo experimentos en siete ciudades de distintos países del mundo, dentro de un programa global que tiene por objeto someterlos a prueba bajo condiciones normales de manejo en situaciones reales.

Esta flota ha acumulado más de 300.000 millas desde que comenzó el programa, que tiene por objeto recabar la mayor cantidad posible de información que pueda ser útil para desarrollar un sistema de propulsión por célula de hidrógeno que sea confiable en cualquier tipo de circunstancias ambientales.

Tal vez sea prematuro hablar de una puesta en el mercado de un vehículo de hidrógeno a corto o mediano plazo. Pero lo que si es cierto es que se está trabajando en distintos frentes para resolver los dos problemas más evidentes de esta alternativa: el almacenamiento del combustible dentro del vehículo, y el establecimiento de una red de suministro de ese combustible que sea confiable, pero por encima de todo segura.

Para el problema inicial, plantea una solución razonable este primer vehículo desarrollado por Ford con apoyo parcial del Departamento de Eenergía. El segundo problema es más complejo y requiere el concurso del gobierno y de la empresa privada.

Por eso es tan relevante que se hayan puesto de acuerdo ambos, y esta Explorer sea una muestra de que cuando existe la voluntad y los recursos, las soluciones se obtienen y acabamos beneficiándonos todos.
Fuente: El Nuevo Herald.

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