El gobierno argentino está negociando con las petroleras de ese país un acuerdo que les permitiría subir los precios del gas residencial, congelados en torno a US por millón de pies cúbicos desde la crisis de 2001, en el acuerdo marco 2007-2011.
La medida tendría en primera instancia un efecto positivo para los envíos de gas a Chile, ya que uno de los reclamos de las empresas para aumentar sus inversiones es la necesidad de elevar las tarifas, informó el periódico local El Cronista. Sin embargo, la administración está imponiendo duras condiciones, que en lo inmediato tendrían negativas repercusiones para el suministro en Chile. El gobierno está exigiendo a las empresas que reconozcan por escrito la prioridad de abastecer al mercado interno, lo que en la práctica oficializa los cortes en las exportaciones de gas hacia este mercado. Las empresas temen que eso les genere problemas judiciales por incumplimiento de contratos, ya que hasta ahora, las petroleras se han refugiado en la imposición del gobierno de Néstor Kirchner para justificar los cortes. Aceptar el acuerdo les implicaría afrontar las acciones chilenas por sí solas.
Las negociaciones incluyen además incrementar la producción todos los años y garantizar el abastecimiento interno.
La tarea de incrementar la producción parece difícil ante el déficit de infraestructura, la caída en las reservas y la baja en el bombeo, que en 2005 llevó a un retroceso 1,4% frente al año anterior.
Mayores volúmenes
El principal interés de Kirchner es asegurar la demanda local y para eso pretende incentivar el aumento de la producción. Es por eso que ha puesto sobre la mesa la opción de reajustar el precio, un tema prohibido hasta ahora. Las distribuidoras de gas, Gas Natural Ban y MetroGas también están en negociaciones con el gobierno para incrementar sus tarifas.
Otro de los puntos que es resistido por los productores tiene que ver con los grupos de consumo protegidos de alzas para evitar presiones sociales. Las empresas dicen estar dispuestas a aceptar una tarifa social en casos puntuales, pero no quieren continuar subsidiando a los consumidores. Los productores señalan que actualmente reciben un tercio del valor que obtenían en 2001 de los sectores residenciales de mayor consumo.
El valor para los hogares, al que deben atenerse las distribuidoras, sigue fijo en USsh,35 por millón de BTU. Las industrias y el comercio tienen una tarifa diferenciada desde 2004, al abastecerse directamente con las productoras o las compañías encargadas del transporte, que ronda US,2 por millón de BTU, lo que ha permitido elevar el costo promedio del hidrocarburo. El gobierno ha propuesto profundizar este modelo, denominado unbundling, aunque las compañías petroleras piden que el precio suba para todos sus clientes.
Comienzan audiencias
El arbitraje por los perjuicios económicos provocados por los recortes de gas que lleva adelante la generadora AES Gener y su filial Eléctrica Santiago, contra las petroleras que conforman el consorcio de Sierra Chata está listo para su fallo.
De las tres demandas en curso, la de AES Gener es la más avanzada. La semana pasada se realizó la audiencia frente a los árbitros de la Cámara de Comercio Internacional (CCI) quienes escucharon los alegatos de las partes involucradas: “Nuestra postura es que ellos tienen que cumplir con los contratos y suministrarnos el gas que tienen comprometidos por contrato”, dijo el gerente general de AES Gener, Felipe Cerón.
Otros procesos arbitrales en curso son los de Endesa e Innergy contra Repsol.
Fuente: Diario Financiero.