Unos .333 paga hoy mensualmente la «familia chilena promedio» por la electricidad que consume. Este monto, que incluye el costo de la generación, el cobro de las distribuidoras, y excluye el IVA, los cargos fijos y arriendo de medidores, es alrededor de 65% real más alto que lo registrado en abril del año 2000, cuando el gas natural argentino abundaba en nuestro país, y su bajo precio había provocado una fuerte caída en las cuentas.
Este cálculo rige para el Sistema Interconectado Central (SIC), que opera entre Taltal y Chiloé y abastece al 93% de la población del país, y que por la crisis del gas y el aumento en el precio del petróleo como razones de peso, enfrenta hoy un escenario radicalmente distinto.
Según explica el analista Electroconsultores.com, Francisco Aguirre, no es sólo la escasez de gas natural -que obliga a generadores eléctricos a producir con sustitutos más caro- y el aumento en el precio del petróleo los que provocan este fuerte aumento, sino también la Ley Corta II que salió en 2005 y que busca dar más seguridad al suministro.
Esta normativa modificó el sistema de banda que rigen las tarifas de los clientes regulados (residenciales, pequeñas empresas). Antes de esta ley, que entró en vigencia en julio de 2005, el precio de nudo -que representa cerca del 60% de las cuentas de luz que reciben los hogares- no podía tener una diferencia de más de 5% en comparación con el promedio de las tarifas de los clientes libres (grandes empresas). La Ley Corta II amplió esta banda a 30%, para reflejar justamente los mayores costos de generación provocados por escasez de gas y aumento en el precio del petróleo.
El escenario para los próximos meses es al alza. En octubre viene una nueva fijación de precios nudo donde se espera que los precios vuelvan a subir. El analista de Fit Research, Rodrigo Andaur, proyecta lo anterior «porque seguirán las restricciones de gas argentino y porque ha habido revisiones al alza en los precios de algunos contratos libres, que son usados para fijar los precios nudo».
La variación será de cerca de 4% en las cuentas. Se estima que dos puntos porcentuales de ese aumento se explicará por el arbitraje sostenido entre Codelco y Colbún, que terminó en un aumento en las tarifas para la estatal, dando cuenta de la fuerte «mineralización» que hoy vive el sistema eléctrico.
Es por eso que si las negociaciones entre mineras y eléctricas terminan en mayores tarifas, esto podría impactar hasta en dos dígitos la variación del precio de nudo, ya en 2007.
En tanto, con las tarifas de gas natural residencial, la variación en 6 años es incluso más pronunciada. De acuerdo a las cifras de Comisión Nacional de Energía (CNE), las cuentas residenciales «tipo» de gas natural han aumentado en cerca de 100% desde el 2000 a la fecha.
Pese a que las cuentas residenciales llevan cerca de un año sin modificaciones, la principal compañía de distribución de gas del país, Metrogas, subió recientemente las tarifas de sus clientes industriales y comerciales, en 30% y 12% respectivamente. ¿Y los residenciales? Un nuevo ajuste sobre 340.000 hogares sería casi imposible de evitar si Argentina aumenta el precio del gas a Chile.
Más allá de la variación de precios, el Gobierno promete que el abastecimiento es seguro, pese a que es sabido que Argentina enviará cada vez menos. «La matriz energética va a ser cada día más diversificada y por lo tanto la gente puede estar tranquila», dijo la Presidenta Michelle Bachelet, asegurando que la el abastecimiento residencial de gas natural no se verá afectado.
Fuente: Emol.