El suministro de gas de Bolivia a la Argentina quedó normalizado ayer tras una interrupción que se prolongó durante 12 horas, debido a una protesta realizada por manifestantes en Yacuiba (Bolivia), en rechazo a medidas de la aduana argentina que restringen las compras que ciudadanos argentinos pueden hacer en Bolivia. No obstante, aún no se lograba disipar una amenaza de las comunidades guaraníes de bloquear el vital suministro a Brasil.
El suministro de gas al norte argentino estuvo interrumpido hasta las 8 de ayer, cuando efectivos militares enviados por el gobierno de Evo Morales tomaron el control en la planta de Transredes, en Yacuiba, a unos 3 kilómetros de la frontera con la Argentina, cuyas válvulas habían sido cerradas por los manifestantes.
Según fuentes de ambos países, la protesta, iniciada la semana pasada, fue provocada por medidas aduaneras dispuestas por la Argentina, entre ellas el cobro de una tasa migratoria de cinco pesos en la ciudad de Salvador Mazza y la prohibición a los argentinos de hacer compras en Bolivia por más de US0.
Por su parte, el ministro de Gobierno de Bolivia, Juan Ramón Quintana, dijo: «La Argentina no tiene que temer desabastecimiento; Bolivia es un país confiable, y si bien tenemos aún conflictos internos, esto es absolutamente comprensible porque estamos en un período de transición».
Quintana aseguró que su país «está en condiciones de garantizar a la Argentina el acuerdo de provisión de gas en el largo plazo, que es lo que se está negociando» entre ambos países.
El gas boliviano abastece a las provincias de Salta, Jujuy y Tucumán.
Fuente: La Nación.