Bolivia acusó el martes a la estatal brasileña Petrobras de obstaculizar la nacionalización de hidrocarburos y convocó a resolver los desencuentros con la intermediación de los presidente de ambos países.
Ambas partes han estado enfrascada por semana en agrias discusiones, luego de que Petrobras, el mayor inversor en los yacimientos de gas natural bolivianos, prorrogó una decisión sobre una solicitud de La Paz de incrementar los precios del gas natural que exporta a Brasil.
El ministro de Hidrocarburos de Bolivia, Andrés Soliz, pidió a los mandatarios de los países, Evo Morales y Luiz Inácio Lula Da Silva, interceder para resolver la disputa y apuntó a tratar de agotar todas las vías antes de recurrir a un arbitraje internacional.
«A nivel de empresas, (la estatal boliviana) YPFB y Petrobras hemos encontrado dificultades que no nos dejan avanzar en algunos pasos en el tema de la nacionalización», dijo Soliz a periodistas antes de asistir a una interpelación en el Senado boliviano.
Una de las dificultades para Bolivia ha estado en el control que debe asumir YPFB del 50% más una de las acciones de las refinerías que opera Petrobras en el país andino, según lo establecido en la nacionalización, explicó.
«No hemos podido avanzar en la negociación para asumir el control», enfatizó.
«Ahí encuentro problemas con Petrobras y creo que hay que volver al nivel político, a la relación entre el presidente Lula y el presidente Morales, para avanzar en estos temas que nos están entrabando», agregó.
«No queremos arbitraje»
Soliz, aunque anunció en la mañana del martes que Bolivia iría a un arbitraje internacional si en dos meses no logra un acuerdo con Brasil, posteriormente fue más cauto.
«No queremos el arbitraje, pero si estamos obligados a ir no le tenemos miedo, casi todas las consecuencias de un arbitraje serían positivas para Bolivia», dijo a periodistas.
Petrobras no hizo comentarios inmediatos sobre ninguna de las declaraciones.
Soliz afirmó, según la agencia estatal ABI, que pediría un arbitraje porque el gobierno no quiere otra prórroga de 60 días como la que entró en vigencia el pasado fin de semana, debido a que considera «urgente» definir una nueva fórmula de reajuste del precio que responda a la realidad del mercado mundial.
El precio vigente desde julio es de US el millón de unidades térmicas británicas (BTU) y, al plantear el cambio de la fórmula de cálculo, el gobierno boliviano ha dicho que debería ser ya de al menos US.
Un próximo encuentro de los negociadores de YPFB y Petrobras está acordado para el 14 de septiembre, en Bolivia.
Brasil compra actualmente entre 24 y 27 millones de metros cúbicos diarios de gas natural boliviano, de un total comprometido de 30 millones de metros cúbicos, según un contrato que regirá hasta el año 2019.
La nacionalización de hidrocarburos en Bolivia ha tropezado con la falta de recursos financieros y su consecuente dificultad para que YPFB asuma el control operativo de los yacimientos e instalaciones, la mayoría en manos de Petrobras y la española Repsol-YPF.
Sin embargo, Soliz insistió en que el proceso avanza y que el gobierno confía en que aún puede cumplir con el plazo de seis meses fijado para concluir el proceso, que comenzó el 1 de mayo con el decreto de nacionalización.
«Tenemos 75 días más para que terminen los 180 que se ha fijado la nacionalización. En 45 días terminaremos las auditorías de las empresas y tendremos un mes más para la suscripción de los contratos con todos los operadores, que ya se están negociando», dijo.
Autoridades realizan auditorías a las empresas extranjeras que han manejado durante años los recursos hidrocarburíferos de Bolivia, el país más pobre de América del Sur a pesar de tener las segundas mayores reservas de gas natural de la región.
Fuente: Reuters.