El conflicto postelectoral podría contaminar la resolución judicial para la construcción de la hidroeléctrica La Parota en Guerrero, en perjuicio no sólo del estado sino del país, advirtió el vicepresidente de la Asociación Nacional de Energía Solar (AMES), Odón de Buen Rodríguez.
El especialista en energías renovables comentó que en el contexto político actual «sería fácil que los opositores a La Parota adopten posiciones radicales, y contaminen el tema de la hidroeléctrica con el asunto electoral».
Además de las hidroeléctricas El Cajón y La Yesca, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), desarrolló un plan para construir una planta con capacidad para 700 MW en el estado de Guerrero.
Sin embargo, el Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a La Parota (CECOP) y otras organizaciones sociales y ambientalistas presentaron una denuncia ante el Tribunal Unitario Agrario Número 41, con sede en Acapulco.
Esto para anular una asamblea en la que presuntamente los comuneros aceptaron la expropiación de sus tierras para la construcción de la magna obra.
Los inconformes aseguraron que la presa hidroeléctrica inundaría 17.000 hectáreas de selvas de alta biodiversidad, y desplazaría de manera directa a más de 25.000 personas.
De acuerdo con la Secretaría de Energía (Sener), este mes el Tribunal Agrario deberá emitir el fallo y de ello dependerá el futuro del proyecto que, en adición con La Yesca y El Cajón, representa el reinicio del uso de la energía renovable a gran escala, y las máximas obras de la actual administración federal.
Al respecto, De Buen Rodríguez consideró que sería lamentable que en ese asunto prevaleciera más lo político que lo técnico, toda vez que se trata de una obra que genera beneficios económicos y sociales no sólo para Guerrero sino para el país.
Con La Parota se prevé elevar la capacidad de generación de energía eléctrica para abasto del país, contribuir al impulso de las energías renovables y disminuir la dependencia de combustibles fósiles (que contaminan y se ha elevado su precio) para la producción de electricidad.
El especialista recordó que las reservas probadas de hidrocarburos en el país sólo garantizan el abasto de energéticos para los próximos 11 años, por lo que cualquier esfuerzo para sustituir los recursos fósiles para la generación de energía es positivo.
En ese contexto, insistió en que la construcción de hidroeléctricas como El Cajón, que iniciará operaciones en noviembre próximo; La Yesca y La Parota constituyen un avance para el Sistema Eléctrico Nacional.
El también ex director de la Comisión Nacional para el Ahorro de Energía (Conae) afirmó que existe una clara voluntad de los gobiernos federal y estatal por desarrollar el proyecto hidroeléctrico, por lo que confió en que el Tribunal Agrario falle a favor de la CFE.
No obstante, reconoció que proyectos de ese tipo pueden generar alguna afectación a las comunidades aledañas, por lo que -consideró- la empresa del sector eléctrico debe atender y resolver los pasivos sociales o ambiental que pueda ocasionar.
Lamentó que la CFE estableciera una negociación inicial con los ejidatarios de la región de Guerrero porque habría evitado recurrir al Tribunal Agrario.
En la actualidad sólo 12% de la energía total que se produce en México proviene de sistemas hidroeléctricos, 31% de combustóleo, 34% de plantas de ciclo combinado que operan con gas natural, y el resto de energías como geotérmica, eólica, entre otras.
La hidroeléctrica el Cajón tendrá una capacidad de 750 MW y representa una inversión de US50 millones, mientras que La Yesca está prevista para una producción de 750 MW, con recursos por US50 millones.
A su vez, La Parota -en caso de que la autoridad emita una resolución favorable para la CFE- tendría una capacidad de 900 MW y requeriría una inversión aproximada de US.000 millones.
A pesar de la construcción de las tres presas, en el año 2014 la participación de centrales hidroeléctricas en la generación de energía eléctrica disminuirá a 8,7%, debido a que crecerá el porcentaje de plantas de ciclo combinado a 51,3%.
Lo anterior significa que la generación de electricidad está y seguirá sustentada en hidrocarburos fósiles, lo que genera dependencia a ese tipo de energéticos, principalmente del gas natural del que México es deficitario, y cubre su demanda con importaciones.
Fuente: El Financiero/Notimex.