La atribulada firma petrolera rusa Yukos fue declarada en bancarrota por un tribunal en Moscú, despejando el camino para que la empresa sea liquidada.
La decisión pone fin a un litigio de tres años en los juzgados con el que la firma buscaba sobrevivir tras recibir una gigantesca factura por impuestos atrasados.
En el proceso, el antiguo jefe de Yukos, Mikhail Jodorkovsky, fue encarcelado y partes del emporio empresarial vendidas.
«Es una sentencia de muerte para la compañía», dijo el abogado de Yukos, Drew Holliner, tras la decisión.
El accionista central de Yukos, GML, condenó el fallo, diciendo que la decisión de vender los activos dejará «a los accionistas fuera de la jugada».
El grupo ha decidido pelear la decisión en Europa, en EE.UU. y en otros lugares.
La decisión del juez Pavel Markov, de la Tribunal de Arbitraje, no fue una «gran sorpresa», dijo Holliner,sabiendo que las autoridades tributarias de Rusia y la firma estatal de petróleo Rosneft son los mayores acreedores del grupo.
El fallo del tribunal respalda el voto de accionistas que habían rechazado la promesa de Yukos en el sentido de que podía permanecer en el negocio y pagar los US7.000 millones que debe a sus acreedores.
Carrera por los activos
Un tema que aún falta por decidirse es cuáles compañias obtendrán el control sobre los activos restantes de la empresa a través de la liquidación.
El supervisor de la bancarrota de Yukos, Eduard Rebgun, ha sido nombrado como el liquidador de la firma. Ahora deberá solicitar a los auditores que avaluén los activos que se venderán en una subasta abierta.
Los analistas creen que la empresa estatal petrolera Rosfnet -que obtuvo la unidad Yuganskneftegaz de Yukos tras una polémica subasta en 2004- o el monopolio nacional de gas Gazprom se beneficiarán con cualquier venta.
Rosneft es ya el segundo acreedor detrás del servicio federal de impuestos.
Gazprom, mientras tanto, ha dicho que tiene interés en adquirir algunos de los activos de Yukos, incluyendo a su subsidiaria de producción Tomskneft.
Factura de impuestos
Yukos ha luchado para sobrevivir tras una serie de demandas de impuestos que suman US7.000 millones.
La empresa asegura que las demandas están vinculadas a una campaña política contra su fundador, Mikhail Jodorkovsky, quien actualmente cumple una larga sentencia en prisión en Siberia.
«El ataque a Yukos, culminando en este procedimiento de bancarrota, ha sido parte de una agenda políitica. El gobierno ruso ha decidido destruir a Yukos desde el principio», afirmó el director GML, Tim Osborne.
En 2004, la factura por impuestos atrasados llevó a que la principal subsidiaria de Yukos, Yuganskneftegaz, fuera expropiada por el gobierno y vendida en una subasta, para ser finalmente adquirida por Rosneft.
La venta terminó en una demanda legal por parte de Yukos, cuando Rosneft incursionó en el mercado accionario de Londres.
Fuente: BBC.