El anuncio del gobierno colombiano de vender hasta un 20% de la petrolera estatal Ecopetrol al sector privado desató la polémica.
Mientras unos sectores se oponen y dicen que se trata de una privatización, las autoridades defienden la decisión y hablan de una capitalización.
En la polémica han intervenido el gobierno, los sindicatos, los expertos en temas energéticos, los economistas y hasta la Iglesia Católica.
La Unión Sindical Obrera (USO), que agrupa a buena parte de los trabajadores de Ecopetrol, ha dicho que «es un despropósito afirmar que privatizándola (a la empresa) se protegen los intereses de los colombianos».
La USO acusa al gobierno de incumplir la promesa de no privatizar la empresa que hiciera en 2003 cuando el gobierno de Álvaro Uribe escindió la compañía y creó la Agencia Colombiana de Hidrocarburos, que ahora asigna los campos para exploración y explotación.
Monseñor Jaime Prieto, obispo de la diócesis católica de Barrancabermeja, el principal centro petrolero del país, lamentó la decisión y dijo que «abre la posibilidad de privatización progresiva de este patrimonio nacional».
Pero el Presidente Uribe niega que se trate de un proceso de privatización. «Vamos a tener una Ecopetrol más grande y, por ende, el patrimonio del Estado no va a disminuir, sino que tendrá posibilidades de crecer más», dijo.
Y explicó que la idea es incorporarle a Ecopetrol «capital de particulares, preferiblemente del sector solidario, y eso nos permitirá tener una empresa con más capital, con más patrimonio, con mejores posibilidades de buscar, encontrar, agregar reservas».
Cuestión de forma
En diálogo con la BBC el decano de Economía de la Universidad de los Andes, Alejandro Gaviria, señala que, independientemente de cómo sea la entrada de nuevos capitales no estatales a la empresa, el resultado será el mismo.
«Al final una parte de Ecopetrol va a terminar en el sector privado», dice Gaviria.
El experto apoya la decisión y dice que la entrada de otros socios cambiará la naturaleza de la empresa.
«Hasta hoy Ecopetrol ha sido una alcancía del gobierno y la empresa está maniatada. Ahora será la junta directiva ¿cuyos integrantes no serán puestos todos por el gobierno- la que decidirá cuántos dividendos van a los socios. Antes la decisión era del gobierno central», añade.
Otro experto consultado por la BBC, el ex ministro Mauricio Cárdenas, director de Fedesarrollo, un centro de pensamiento e investigaciones económicas, cree que no se está privatizando a Ecopetrol en la medida en que los compradores de las acciones que saldrán al mercado sean fondos de pensiones.
«Yo creo que hay interés en los fondos de pensiones, que agrupan a cientos de miles de trabajadores, en invertir en Ecopetrol», dice Cárdenas.
En cambio, Jorge Iván González, profesor de Economía de la Universidad Nacional, dijo a la BBC que este es el comienzo de la privatización de la petrolera estatal, pues «se abrió la posibilidad de que otros capitales entren a la empresa, sin que se discuta quién entra ni cómo entra».
González critica al gobierno y dice que a lo largo de los años 90, cuando Ecopetrol tuvo muchísimos excedentes, esos dineros no se invirtieron en exploración, sino que se destinaron a cubrir las necesidades fiscales del país y ahora se toma esta decisión ante la angustia por conseguir más petróleo.
Contra la tendencia regional
Uno de los puntos que más llama la atención es que la decisión se toma en momentos en que gobiernos de otros países de la región, como el del socialista Evo Morales en Bolivia, han decidido la nacionalización de los hidrocarburos.
Pero también llama la atención que Ecopetrol sea no sólo una de las empresas más rentables del estado colombiano, sino también una especie de «joya de la corona», que genera jugosas utilidades.
Esa, sin embargo, es su principal desventaja. Como la empresa es 100% estatal, el destino de sus ganancias es decidido por el gobierno nacional y esto le quita importantes recursos para la exploración cuando las reservas colombianas empiezan a escasear.
Aunque Colombia es el quinto productor de petróleo de América Latina, Ecopetrol se ha rezagado en los últimos años en la exploración de nuevos yacimientos, pues cada año destina unos US.500 millones -buena parte de sus utilidades- al gobierno nacional y a los gobiernos regionales y municipales.
El gobierno ha dicho que Ecopetrol necesitará invertir unos US.500 millones en los próximos dos años para mantener sus actuales niveles de producción, garantizar la autosuficiencia y permitir que el país siga exportando.
Se sabe que Colombia tiene más reservas, pero de crudo catalogado como «difícil», es decir, que está a grandes profundidades, que es petróleo pesado o que está en mar abierto. Sin embargo, en medio de las crecientes necesidades mundiales de combustible, ese petróleo se ha vuelto atractivo.
Aún no se sabe el monto de la operación, pero economistas consultados por la BBC estiman que un 20% de nuevas acciones de Ecopetrol podrían costar alrededor de US.000 millones. La cifra precisa la definirá una banca de inversión en los próximos meses.
Fuente: BBC.