El Gobierno boliviano denunció una supuesta manipulación irregular de los sistemas de medición de la producción de gas en dos de los principales yacimientos del país, operados por la española Repsol-YPF y la brasileña Petrobras, según Reuters.
Las «irregularidades» fueron detectadas durante una visita oficial sorpresiva realizada recientemente a los campos Margarita, manejado por Repsol-YPF, y San Antonio, en manos de Petrobras, dijo el viceministro de Hidrocarburos, Julio Gómez.
«Los 13 medidores (de ambos campos) no están trabajando, no se los puede leer por fuera, tienen anormalidades», afirmó, citado por la agencia estatal de noticias ABI, sin detallar cifras.
Al ser consultado un portavoz de Petrobras sobre la denuncia, dijo a Reuters que no tenía comentarios inmediatos.
La denuncia, que no incluyó datos sobre eventuales daños económicos, fue hecha mientras el gobierno de Evo Morales negocia un incremento del precio del gas natural que exporta a Brasil, negocio en el cual Petrobras es a la vez vendedor y comprador.
Petrobras es también, junto con Repsol-YPF, una de las compañías extranjeras afectadas por la nacionalización de hidrocarburos decretada en mayo, que subió los tributos petroleros hasta 82% y fijó un plazo hasta fines de noviembre para la suscripción de nuevos contratos de operación.
Según el informe, las supuestas irregularidades en los campos de producción ya son del conocimiento de la petrolera estatal YPFB, que desde la nacionalización tiene participación accionaria minoritaria en ambos campos y en el tercer gran yacimiento, San Alberto, operado por Petrobras.
Margarita, San Antonio o Sábalo y San Alberto, ubicados en el distrito sureño de Tarija, suman reservas de casi 40 billones de pies cúbicos de gas y de ellos proceden más de las tres cuartas partes de los 32 millones de metros cúbicos diarios de gas que Bolivia exporta actualmente a Brasil y a Argentina.
Gómez afirmó, tras la inspección, que antecedió a auditorías formales recién contratadas por el Gobierno, que en los campos de producción hay irregularidades que describió como «cajas negras» a las que el Gobierno no tuvo acceso hasta ahora.
ABI apuntó que los medidores de la producción gasífera habían sido «alterados».
Fuente: El Universal de Venezuela.