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(Chile) US60 millones al fisco por venta de Transelec y Sal Lobos

Jul 3, 2006

* El tributo por ganancias de capital vinculado a estas megaoperaciones engrosará, aún más, los ingresos fiscales.

Cuando se concretan megaoperaciones como la venta de Transelec o Sal Lobos, sus gestores suelen celebrar con champagne. Pero no son los únicos con razones para festejar. Esto porque el fisco percibirá por concepto de impuestos -fundamentalmente a la ganancia de capital- nada menos que cerca de US60 millones gracias a estas transacciones.

Unos US8 millones fue el aporte a las arcas fiscales que hicieron durante la semana pasada Prospecta y Citigroup, ex dueños de Sociedad Punta de Lobos (SPL), que fue vendida a la firma alemana K+S en unos US80 millones.

En 2001, Yuraszeck pagó, junto a sus socios, unos US00 millones por SPL a la familia Antonijevic. Y es esta diferencia con el precio de venta la que determina el impuesto a cancelar por concepto de ganancia de capital, al hacer los debidos ajustes por corrección monetaria.

Bastante mayor es la retribución al fisco que harán los canadienses de Brookfield, que pagaron US.700 millones por el 100% de las acciones de Transelec, la mayor empresa de transmisión eléctrica del país, antes controlada por Hydro Québec.

Hoy pagarán por el mismo impuesto poco más de US00 millones, según fuentes cercanas a la operación.

El cálculo no es simple. Ello, porque de los US.000 millones que pagó Hydro Québec en 2000 para comprar Transelec, una parte ingresó como capital y otro porcentaje entró al país como deuda. Y lo mismo ocurrió como proceso inverso cuando se materializó la venta.

Los cerca de US60 millones que suman lo pagado al fisco por las ventas de Transelec y Sal Lobos representan nada menos que la mitad de los impuestos totales que ingresarán al Estado por concepto de comercio exterior (aranceles, entre otros tributos).

Las ganancias de capital de estas operaciones para el fisco, dado que en Chile no existe la afectación de impuestos, van a parar a ingresos generales de la nación. El Gobierno es el que posteriormente determina las prioridades de gasto a través de una ley de presupuesto que tiene que aprobar el Congreso Nacional, regulando el gasto al mantener la regla de superávit estructural de 1%.

Capital

En Chile no existe la afectación de impuestos, por lo que las ganancias de capital van a parar a los ingresos generales de la nación.
Fuente: Emol.

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