El presidente de UTE, Beno Ruchansky, y el subsecretario de Industria y Energía, Martín Ponce de León, están en Argentina intentando ampliar la importación de energía eléctrica para hacer frente a la crisis que atraviesa el país. UTE espera contar con 100 MW adicionales para fines de julio, que se generarán en una nueva planta de San José, aunque ya se sabe que serán insuficientes frente a la demanda y la ausencia de lluvias.
Los cortes se presentan como una amenaza permanente frente a la situación de crisis energética: los embalses de las represas tienen bastante menos agua de la necesaria, las centrales térmicas funcionan a tiempo completo (con el alto costo en combustible que esto representa) y la energía que se compra a Argentina y Brasil llega en cantidades insuficientes.
El ministro de Industria, Energía y Minería, Jorge Lepra, dijo este martes en el Parlamento que la situación es muy grave y no sólo afecta al Uruguay, sino a toda la región. «La situación es grave. Hoy, el subsecretario Ponce de León y el ingeniero Beno Rutchansky, estuvieron todo el día en Buenos Aires, con la Secretaría de Energía brasileña y argentina, tratando la situación, que es regional. Tenemos que hacer nuestro esfuerzo en Uruguay, ahorrando, para evitar restricciones mayores», señaló.
Más temprano, el director de UTE, Gerardo Rey, explicó en San José cuál es la situación del país en materia de generación de energía: «Tenemos escasa producción en nuestras represas hidroeléctricas, particularmente en Salto Grande, que tiene una producción históricamente baja. Lamentablemente, las perspectivas son de un invierno frío y seco. Y estas dos cuestiones conspiran contra las posibilidades de generar energía eléctrica. La ausencia de lluvias genera el mayor problema en Salto Grande, y el frío se asocia a los picos de consumo».
Las autoridades de UTE y el Ministerio de Industria están en Argentina, procurando ampliar la compra de energía. Pero además, el ente espera que, para fines de julio, la nueva planta de generación de energía de San José pueda estar aportando 100 MW a la red, de un total de 200 MW que se generarán en ese lugar.
«Eso ha requerido de una gran coordinación, ya que no solamente estamos hablando de las obras necesarias para generar la energía eléctrica, sino también las obras conexas (el oleoducto, los parques de combustible, el sistema de agua, la red de transmisión)», afirmó Rey.
De todos modos, la energía que se pueda generar en San José es insuficiente, por lo que el país debe aumentar la importación. Sin embargo, Rey explicó que «por falta de inversiones en los últimos años» en las redes de suministro, desde Brasil se puede traer muy poca energía de forma directa (unos 70 MW) y Uruguay «está jugado» a lo que se pueda obtener en Argentina.
Además de los 150 MW que llegan a diario desde Argentina por medio de un contrato que, según Rey, se cumple «a rajatabla», Uruguay provee de combustible a centrales térmicas instaladas en el vecino país, que permiten obtener algunos MW más.
Restricción. Estas declaraciones de Rey fueron realizadas este martes, cuando se dio a conocer el decreto del Ministerio de Industria, Energía y Minería, que contiene nuevas restricciones tanto para comercios como para hogares. Desde hoy los comercios deberán tener sus marquesinas apagadas y disminuir a la mitad la iluminación de sus interiores.
Sólo los carteles luminosos de las farmacias y de las jefaturas de Policía podrán permanecer encendidos. También, se señala los edificios podrán utilizar la mitad de los ascensores que tengan y que deberán apagar las luces tanto de las entradas como de las fachadas.
Ante esto, las asociaciones de comerciantes del Centro, Ciudad Vieja y Colón se mostraron preocupadas por la seguridad en estas populosas zonas.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay, Washington Burghi, aclaró a Índice 810 que estas restricciones no afectan al sector industrial. De todos modos, si una industria tiene anexado un local comercial, deberá aplicar las mismas restricciones que el resto.
Fuente: Espectador.