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(Argentina) Argentina no podría cubrir escasez de gas

May 29, 2006

* Caída de los envíos a Chile se agudizará por inesperado déficit en el abastecimiento boliviano a Argentina.

La conjunción creada por un crecimiento económico argentino más alto de lo esperado, junto con la paralización de la expansión de la industria gasífera en Bolivia, por un semestre o dos, anticipan una agudización en la caída de las exportaciones de gas argentino a Chile, a partir del segundo semestre y durante 2007.

Esta situación sólo podría ser paliada parcialmente, en el caso de que las inversiones que anuncian empresas como Repsol-YPF y PanAmerican Energy -en territorio argentino- muestren frutos importantes hacia 2008.

Es el consenso que comienza a surgir en el Río de la Plata ante las señales del vigor de la demanda interna y las dificultades que -se anuncia- tendrá Bolivia para cumplir incluso con sus actuales contratos de exportación del fluido. Dado que el gobierno de Néstor Kirchner espera que los 20 millones de m3/día que desea comprarle a La Paz acaben con sus problemas de abastecimiento, cuando se construya el Gasoducto del Noreste, una demora demasiado extensa supondrá que, o tendrá que encontrar un combustible de reemplazo o deberá anular las ventas a Chile por completo.

Déficit

Respecto a la situación en el país altiplánico, no se trata únicamente de los efectos en las expectativas de los inversores luego de la nacionalización. Hay elementos prácticos imposibles insoslayables que empujan hacia la escasez -por lo menos temporal- de la oferta.

«En Bolivia, los pozos son más profundos que en otros lugares: de cuatro a seis mil metros», explica a «El Mercurio» Carlos Alberto López, ex viceministro de Hidrocarburos y consultor en temas de energía. Y en el momento actual, recuerda, operan sólo dos plataformas de perforación profunda en el país, las cuales «se van a fines de año».

El problema, indica, es que «hay un 30% de los pozos que están declinando muy rápidamente» sin que haya la inversión suficiente para reponerlos. Pero, suponiendo que la hubiera en seis meses más, cuando termine el plazo de renegociación de contratos entre las empresas privadas y el Estado boliviano, las plataformas antes mencionadas «hay que contratarlas con un año de anticipación y tenemos de seis meses a un año para perforar un pozo».

Es decir, existe un período mínimo de dos años, a partir de hoy, para poner en marcha pozos completamente nuevos. De modo que, según López, «si en seis meses no hay inversión, va a ser difícil que la capacidad de producción máxima no caiga».

Hoy Bolivia posee compromisos de bombear hasta 30 millones de m3 a Sao Paulo. A ello se suman 7,7 millones de m3 a Argentina y 1,5 millones de m3 a una planta en Cuibá (Brasil). En los dos primeros casos lo que se envía normalmente es menos (27 y 4,5 millones de m3, respectivamente). Según el analista, existe un trabajo privado de investigación que indica que ya existe un déficit en la oferta boliviana respecto del promedio de los volúmenes reales que se sacan del país, el cual aumentaría si cualquiera de los dos países pidiera el total de lo prometido.

Todo cambiaría, es evidente, si Brasil deja de usar el gas boliviano y autoabastece su demanda de combustibles. ¿Esto puede ser real en el corto plazo? Por un lado, expone, «en cuatro años más, Brasil va a necesitar 100 millones de m3/día» y «es muy difícil decir si (los dichos del Presidente Da Silva) son una forma de presión, hasta poder verificar que Brasil podrá aumentar su producción en tres o cuatro años». Pero, por otro, es cierto que «Brasil cerró su séptima ronda de licitación de áreas y la próxima será en octubre-noviembre», recuerda, y que «en la Bahía de Santos ha descubierto un yacimiento de 14 millones de pies cúbicos».

Un elemento que podría definir la balanza es el que Petrobrás «paga el 10% en regalías (en esos yacimientos) a 180 kilómetros de Sao Paulo, entonces ¿por qué habría de pagar regalías del 50% a 82% para sacar un gas que está a 2.400 kilómetros de ese mismo mercado?» Así, por inesperado efecto dominó, el abastecimiento a Chile dependerá, en 2007 y 2008, también de Brasil.
Fuente: Emol.

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