El «remezón» que generó en el mercado eléctrico la compra del 9,5% de Colbún por parte del grupo Angelini no dejó indiferente a nadie.
Mientras los analistas de mercado destacan el aporte financiero que AntarChile hará al desarrollo de los futuros proyectos de la firma controlada por el grupo Matte y la fortaleza de la unión de estos dos grupos, sectores ambientalistas apuntan a que la operación genera un «blindaje político» del proyecto Aysén y ponen acento en el recuerdo vivo del caso Celco.
Para el analista de Celfin Capital, Brian Chase, el aterrizaje de Angelini es «una buena señal del potencial de la compañía a futuro», sobre todo porque la salida del grupo Suez generó mucho ruido que se acalla con la llegada de este nuevo socio, «ya que se trata de una inversión de largo plazo».
Mientras que para Roberto Guzmán, gerente de inversiones de Euroamérica Corredores del Bolsa, Angelini «entró en un muy buen minuto» a la generadora y además utilizó recursos que tenía en caja -tras la venta de su participación en la CSAV-, por lo que ni siquiera debió endeudarse. Y además apunta que la sociedad con Matte garantiza la unión de dos grupos que saben trabajar juntos.
Críticas
Sin embargo, no todo el análisis es bueno. Desde sectores ambientalistas apuntan sus dardos con fuerza a las implicancias de esta unión para el desarrollo del proyecto Aysén que impulsa Colbún junto a Endesa y que implica construir cuatro centrales en los ríos Baker y Pascua, en la XI Región.
«Ésta es una estrategia empresarial que busca blindar política y financieramente el proyecto Aysén. Pero este tipo de presiones en circunstancias como en TDLC no ameritará cambios. Sólo se trata de legitimar comunicacionalmente el proyecto», dice la directora de Chile Sustentable, Sara Larraín.
Larraín también apunta a que el desempeño ambiental de Endesa en Ralco aún está en la retina pública y que a esto se suma el caso de Angelini en el río Cruces. «Es un pésimo socio, en temas sensibles como el ambiental», indica.
La visión es compartida por el coordinador de Ecosistemas, Juan Pablo Orrego, quien señala que en términos prácticos esto no cambia en nada el proyecto, pero que es una «señal política en que los mayores sectores económicos hacen una férrea defensa del modelo de desarrollo», y que el ingreso de Angelini «es de doble filo, porque está demasiado presente el episodio de Celco en Valdivia. Ellos traen un estigma en la temática ambiental».
Pese a todo, los analistas son optimistas. «Es muy bueno para Endesa contar con estos socios chilenos», apunta Guzmán, y cree que lo importante será cumplir con las reglas y no cometer errores.
Mientras Chase señala que lo principal será la posición que adopte el Gobierno frente a Aysén. «Lo más importante es el soporte del Gobierno. Bachelet dio señales de apoyo a la hidroelectricidad en su mensaje (del 21 de mayo), y eso es muy importante, el impacto de los ambientalistas será sólo para los detalles del proyecto».
Acciones se disparan
La operación hizo sentir su presencia ayer en la transacción de los títulos de Colbún. La acción subió ayer 4,43%, cerrando en $ 83,40 -su valor más alto desde octubre de 2005-, y superando el precio pagado por Angelini ($ 82). En tanto, ejecutivos de LarrainVial y Suez ya viajaron a Londres para comenzar el «road show» internacional del otro 9,5% que está a la venta.
Fuente: Emol.