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(Bolivia) Morales pone en marcha la nacionalización

May 10, 2006

* Entre los 30 directores y síndicos nominados para dirigir los destinos de las cinco empresas productoras de hidrocarburos que pasaron al ámbito estatal destacan, por su abundancia, los abogados y militares. Sin embargo, profesionales vinculados al área energética brillan por su ausencia.

A paso firme y rápido se mueve el Presidente boliviano Evo Morales. Activando la segunda etapa de una iniciativa que sorprendió a la región y al mundo tanto por su naturaleza como por su magnitud, el Mandatario definió la lista de los 30 directores y síndicos que guiarán los destinos de las cinco compañías petroleras, anteriormente en manos de capitales extranjeros, que pasaron a la orbita del Estado hace una semana por decreto.

La medida, que fue dada a conocer por el ministro de Hidrocarburos, Andrés Soliz, y del presidente de la firma estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Jorge Alvarado, detalla que los “nominados” son cinco síndicos titulares y cinco suplentes, además de 20 directores que integrarán las planas mayores de las petroleras nacionalizadas, con lo cual los representantes estatales (cuatro) en cada una de ellas pasarán a ser la mayoría en las regencias corporativas, dejando en minoría a las trasnacionales que contarán sólo con tres representantes.

No obstante, expertos en temas económicos bolivianos mostraron su disconformidad ante las designaciones, por cuanto entre los elegidos no figuraban profesionales reconocidos en el área de hidrocarburos.

En su gran mayoría, los seleccionados son militares y abogados sin conocimientos ni experiencia en el área energética. Entre los uniformados destacan los nombres del comandante Jorge Soruco y del general en retiro Edgar Claure, mientras que entre los juristas figuran Santiago Berríos y José Luis Roca.

Así, los delegados representarán a la estatal YPFB en los directorios de Andina, filial de la hispano-argentina Repsol YPF, y de la Empresa Boliviana de Refinación (EBR), división de la brasileña Petrobras. También lo harán en Chaco, que controla la británica British Petroleum; en Transredes, subsidiaria de Enron y Shell, y en la Compañía Logística de Hidrocarburos Boliviana (CLHB), de capitales peruanos y alemanes.

Según anunció el ministro Soliz, con las designaciones comenzarán las negociaciones con las empresas petroleras que deberán transferir la producción y el comercio de los hidrocarburos a YPFB y firmar nuevos contratos en 180 días.

En ese plazo, los inversores privados deben llegar a un acuerdo con el Gobierno sobre las condiciones del traspaso y el cumplimiento de otras negociaciones, de manera que si no aceptan las nuevas condiciones, deben abandonar el país.

De acuerdo con la nacionalización decretada el 1 de mayo por el Presidente Morales, el Estado asume el “control absoluto” -producción y comercialización- del negocio energético.

Temores

Sin embargo, la iniciativa nacionalizadora de Morales aún sigue desatando temores tanto en el exterior como dentro de Bolivia. Y es que, en el primer caso, el creciente control estatal de numerosas actividades en Bolivia está causando preocupación en compañías mineras estadounidenses, algunas de las cuales están reconsiderando sus planes de extraer oro, plata y estaño en ese país.

Así lo dejó entrever Patricia Dillon, presidenta de la Prospectors and Developers Association of Canada, una de las principales productoras de oro del mundo, quien dijo a sus accionistas que preferiría iniciar exploraciones en Pakistán a seguir operando en Bolivia debido a la intención de ese Gobierno de aumentar los impuestos y las regalías que cobran a las empresas mineras extranjeras.

En tanto, en el plano interno, el propio Mandatario boliviano salió a calmar los ánimos del sector bancario. Morales se comprometió ayer en una reunión con la Asociación de Bancos Privados (Asoban) a garantizar la estabilidad macroeconómica del país y pidió a esa patronal consejos para corregir los errores que pueda cometer.

Descargos y enojo del Gobierno brasileño

El ministro de Exteriores de Brasil, Celso Amorim, admitió ayer que su país considera “adolescente” el modo en que Bolivia anunció la nacionalización de sus hidrocarburos y reveló que el Presidente Luiz Inácio Lula da Silva expresó su “descontento” por acciones de su colega venezolano, Hugo Chávez.

“Fue una actitud adolescente, pero no entraré a evaluar la decisión (boliviana)”, señaló Amorim al ser interrogado por una comisión parlamentaria sobre el modo en el que el Presidente Evo Morales anunció la nacionalización, con ocupación militar de plantas de Petrobras.

El canciller boliviano también informó que el Presidente Lula expresó su descontento a Chávez su excesivo protagonismo en una cumbre presidencial en Asunción, con sus colegas de Bolivia, Paraguay y Uruguay, así como por el supuesto apoyo logístico venezolano al plan de nacionalización del gas y del petróleo en Bolivia.
Fuente: La Nación/Agencias.

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